Trueque a la rionegrina: algunos millones “institucionales” ● Marcelo Cascón

Weretilneck gobierna poco, pero va logrando la fractura y debilidad política opositora en Río Negro; ahora avanza en la UCR.

Detrás de los millones de pesos generados por una acción, todo argumento político contrario parece perder valor. Esta podría definirse como la frase de cabecera que resume la actuación política de una buena parte de los últimos días del año 2014 para el gobierno rionegrino y sus acuerdos con un sector de la UCR rionegrina.

Así, unos días después del acompañamiento de algunos legisladores radicales para otorgarle facultades de un discrecional manejo de partidas al Ejecutivo provincial en el marco del presupuesto, se anuncia el envío de subsidios millonarios para varios municipios rionegrinos, entre ellos varios de los que conduce el radicalismo.

De igual manera, apenas un par de días después de la aprobación por parte de los mismos legisladores radicales de la renegociación de los contratos petroleros a pesar de sus inconsistencias legales, y la oposición que nuestro partido (y ellos mismos) ha sostenido en el orden nacional y provincial hasta hace apenas unos días, se anuncian los recursos en concepto de aportes a los municipios rionegrinos.

Obviamente, no voy a discutir respecto a la siempre bienvenida reacción de cualquier intendente, sea del signo político que sea, a la recepción de más recursos para poder llevar adelante su gobierno municipal de una mejor forma.

El planteo es: ¿Cuál es el precio que se debe pagar a cambio de eso y por qué?, ¿hace falta una actitud mendicante en la legislatura o silenciosa y cómplice de la conducción de la UCR provincial para lograr algún acompañamiento del gobierno provincial?, y por último ¿hasta donde llegarán los pedidos de acompañamiento del gobernador para esconder su falta de ideas? y ¿que mas de su independencia de criterio tendrá que entregar la UCR a cambio de algunas monedas?.

El radicalismo rionegrino no puede, no debe, abandonar la idea de la construcción de un Proyecto Político Provincial. De manera de acompañar y fortalecer a los municipios pero sin limitarse a ellos, asumiendo que los crecimientos locales se vigorizan con un proyecto y una visión de provincia integrados.

Mientras tanto y siempre en el contexto de esta complicidad que le otorga tranquilidad, el gobernador Weretilneck continúa con su diatriba ya aburrida y decepcionante del diagnóstico y el anuncio permanente, con la falta de respuestas recurrente. La inseguridad azota a los rionegrinos cada vez con mayor violencia e impunidad, las actividades económicas regionales tales como el turismo y la fruticultura subsisten como pueden por sus propios medios sin nadie a su lado que resuelva acciones políticas de acompañamiento, la obra pública sigue paralizada en plena temporada de trabajo, entre muchas otras falencias.

Se diluirán los billetes en las administraciones provincial y municipales, pasarán los cantos de sirenas que su arribo conlleva, y los rionegrinos habremos perdido una oportunidad de hacer algo diferente con nuestra matriz productiva y la defensa de nuestros recursos naturales.

La Unión Cívica Radical rionegrina debe dejar rápidamente de lado esta nueva actitud del “acuerdo para lograr algo” y retomar su rol de oposición, fijando postura en cada una de los temas que preocupan a los rionegrinos. La conducción que integré y que acaba de dejar su lugar lo hizo durante el tiempo que le tocó, aún no conocemos la opinión de la actual al respecto, pero el silencio nos da indicios demoledores de complicidad.

Nos hablaban de una UCR de pie y cohesionada, está claro que no es ésta.

Las cosas por su nombre, o se perfilarán dos UCR en Río Negro: la del co-gobierno con Weretilneck, y su pésima gestión, para lograr algo a cambio o la del aporte a la construcción de un Frente Progresista que se ponga de cara a la sociedad rionegrina y promueva una alternativa de gobierno, tanto al Frente para la Victoria como al actual personalismo en el poder

Ex intendente de Bariloche