Difunden informe oficial por sequía, éxodo de productores y pérdida de ganado

Río Colorado (ADN).- Con datos del año 2013, se estima oficialmente que permanecen en los campos de la provincia de Río Negro menos de 4.000 productores, de más de 5.000 que había antes que se inicie el desastre agropecuario y aproximadamente 800.000 cabezas ovinas.

La Región Sur, que llegó a superar los 2.000.000 de cabezas, se redujo al 2013 a aproximadamente 600.000, ya que gran cantidad de hacienda se trasladó a los Departamentos del Noreste rionegrino, principalmente Adolfo Alsina (Viedma y zona cercana) y al Partido de Patagones, de la provincia de Buenos Aires.

Así lo consigna el anexo de un decreto gubernamental, difundido ayer oficialmente, relativo al programa para el reintegro de las contribuciones patronales para el sector ganadero afectado por la sequía.

Menciona un párrafo del documento que la afección fluctuante en la provincia produjo severas pérdidas de stock, primero bovino en el Noreste y luego ovino en el resto de la provincia.

En cuanto a pérdidas de stock del sector bovino, considera que para estimar la merma en el stock bovino se cuenta con los datos de las campañas de vacunación. De los análisis realizados, surge que la disminución del stock en la zona donde se practicaba la vacunación fue del orden del 55- 60 por ciento, con una merma total de aproximadamente 425.000 animales (se pasó de contar 735.000 en la segunda campaña de vacunación 2006, a aproximadamente 310.000 cabezas a fines del 2010.

El inicio de la recuperación del stock en los últimos años, permitió el incremento en 48.000 vientres y 136.500 cabezas totales. Aún resta recuperar 80.000 vientres para alcanzar los niveles sustentables que permite el pastizal natural, estima el informe oficial.

Desde el inicio de la sequía y hasta el año 2010, la merma del stock fue más grave en los Departamentos de Pichi Mahuida (Río Colorado), Conesa y Adolfo Alsina, con mermas que superaron el 65 por ciento.

Por su parte, en el Departamento de Avellaneda (Valle Medio) no se expresó una disminución de stock de semejante magnitud dada la distribución interna hacia zonas irrigadas y a que la afección severa comenzó un año más tarde que en el resto de las zonas ganaderas. Pero, al igual que en el Departamento de General Roca, fue superior al 30 por ciento, calcula el mismo texto.

El detrimento del stock estuvo compuesto por tres factores: mortandad, venta forzosa y merma en la producción (terneros destetados). En algunos establecimientos la mortandad superó el 50 por ciento y se estima que a nivel provincial fue cercana al 20 por ciento del rodeo de madres.

Respecto a las ventas forzosas, calcula que ha refugado un 35 por ciento de vientres a un precio irrisorio y han quedado sin cargar a venta animales que no estaban en condiciones de ser transportados, los que indefectiblemente han muerto en el campo. “Los índices productivos distaron mucho de las medias normales. La mala condición corporal de los vientres que quedaron en los predios resultó en que la tasa de destete sea inferior al 40 por ciento, lo que significó una obtención de 130.000 terneros menos de los que se obtenían todos los años.

Se destaca que hay 300 establecimientos que han quedado sin hacienda. De realizar la vacunación en 2.020 campos en el 2006, sólo 1.730 tenían hacienda en el año 2013. O sea, el 15 por ciento de los establecimientos se han vaciado.

“A partir del año 2010 se inició un proceso de recuperación del stock bovino, dado que los campos habían quedado prácticamente despoblados y a que las precipitaciones acumuladas anuales fueron en torno de la media. La retención de hacienda llevó al stock a un 60 por ciento del que potencialmente puede contar la región, por lo que corresponde apoyar al sector para que termine de recuperarse la actividad y lograr los niveles acordes de rentabilidad.

En el sector ovino, los efectos de la sequía fueron agravados en magnitud por la caída de cenizas a partir de las erupciones de los volcanes Chaitén y, principalmente, Puyehue. Tal es así que de contar con aproximadamente 2.500.000 de cabezas ovinas y caprinas antes del inicio del período de sequía, el stock regional decayó a 1.850.000 al inicio del período y a menos de la mitad en la actualidad. (ADN)