Hallaron fósiles que permiten reconstruir el dinosaurio “Bicentenaria” en un embalse

Roca.- Los fósiles que permitieron reconstruir el dinosaurio «Bicentenaria» fueron hallados por un técnico minero de General Roca, durante una salida de pesca a uno de esos sitios exclusivos y secretos que tienen los pescadores, sobre la margen sur del embalse Ramos Mejía, en la costa rionegrina.

Se trata de Raúl Spedale, un cordobés que está a cargo del control de calidad de una hormigonera de esa localidad, quien aclaró que «antes que pescador soy técnico minero, me gustan los fósiles y minerales y ando siempre mirando el suelo, a ver qué se puede encontrar».

Ese día, hace 13 años, durante esa excursión exclusiva, invitado por dos amigos pescadores, «estábamos en un lugar desde el que se ve toda la barda roja y me acomodé sobre una roca muy grande, metamófica o ígnea, muy dura, en la que había un veta de arena de unos 30 centímetros».

Era una época de una gran bajante en el lago, por lo que para pescar desde  la costa debieron ir hasta una zona que normalmente está cubierta por el agua.

«Me pareció raro esa veta de arenisca, material sedimentario en medio de una rota metamórfica o plutónica y vi que sobresalían las puntas de lo que después comprobaría que eran huesitos», siguió.

Spedale contó que «de inmediato empecé a calar con los dedos y aparecieron las uñas, que fue lo que rescaté la primera vez, unas 12 uñas, y pensé que no era un bicho grande, quizás un tigre dientes de sable o algo así».

«En la próxima salida de pesca -narró- seguí sacando más huesos y hallé vértebras, un pedazo de fémur y después arena más compacta, en pedazos, y me di cuenta que era un plegamiento, así que no toqué más porque los huesos estaban muy comprimidos, mezclados».

Este pescador aficionado guardó sus piezas y se dispuso a ir una tercera vez, munido de maza y cortafierro, para continuar extrayendo, pero el agua había vuelto a subir y tapó la roca que guardaba los fósiles.

Spedale estaba recién llegado de su trabajo anterior, en la mina de carbón de Río Turbio (Santa Cruz) y no conocía gente vinculada a la paleontología en Roca, y aunque sabía del museo de Plaza Huincul la resultaba difícil trasladarse esos 180 kilómetros.

Decidió conservar las piezas y siempre que mostraba las fotos, en las que se veía «el tejido óseo y adentro cristal de cuarzo», por lo que eran motivo de conversación y admiración.

Un día se relacionó con Raúl Ortiz, a cargo del museo de un instituto docente local, quien se entusiasmó y lo vinculó con el paleontólogo Fernando Novas, quien este martes hizo la presentación del «Bicentenaria».

El descubridor de los huesos lamentaba que debido a una bronquitis no pudo concurrir este martes a la presentación en el Museo Argentino de Ciencias Naturales, pero aseguró que lo hará.

«Estoy muy contento que mi hallazgo haya sido útil para la reconstrucción, esto ha sido como un parto de casi trece años en el que hoy dio a la luz el bicho éste», concluyó.

 

TELAM