En Viedma “Jóvenes con más y mejor trabajo” ausente sin aviso ● Leandro Massaccesi

Un rasgo distintivo que tuvo y tiene el kirchnerismo en su “década ganada” fue la implementación de programas que, además de intentar dar brindar soluciones, funcionan como insumo base para la construcción política. Algunos emblemas fueron: el Ingreso Social con Trabajo más conocido como “Argentina Trabaja”, donde a través de los municipios, federaciones o mutuales se crearon cooperativas con el objeto de ejecutar obras públicas; “Conectar Igualdad” donde se distribuyen netbooks en los colegios secundarios con el fin de reducir la brecha digital mejorando la educación pública y “Mi TV Digital, lo mismo pero con decodificadores para acceder a la televisión digital.
En el año 2008 el gobierno nacional a través del Ministerio de Empleo, Trabajo y Seguridad Social, creó el Programa “Jóvenes con Mas y Mejor Trabajo” con el objetivo de incorporar a jóvenes desocupados, de 18 a 24 años, sin finalizar sus estudios secundarios, a programas cuyos objetivos perseguidos eran inclusión social y laboral del colectivo. Los beneficiarios reciben ayuda económica, siempre y cuando, cumplan con los talleres de formación y terminen sus estudios. El programa es financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo mediante un préstamo de 200 millones de dólares.
La letra del programa y los objetivos constituyen un ideal necesario para combatir “transitoriamente” los problemas. En Argentina la tasa de desempleo de los jóvenes, según el INDEC en 2006 (antes de la intervención) supera dos veces y medio, la media general.
El programa, en muchos casos, generó buen impacto pero su implementación sufrió un uso enormemente desvirtuado. Se utilizó políticamente, como todos los programas públicos, de todos los gobiernos de la historia de nuestro país, pero con el agravante de que, en algunos casos, la falta de estructura dificultó la ejecución del mismo. Los fondos son transferidos desde el ministerio a las intendencias y en la mayoría de los casos a Asociaciones o Fundaciones, algunas de ellas vinculadas a agrupaciones del kirchnerismo.
Viniendo para nuestros pagos es triste decir que, pese a que desde el inicio del programa adhirieron al mismo más de 500 mil jóvenes de 230 municipios de todo el país, llamativamente en nuestra ciudad capital no hubo un solo joven con oportunidad de hacerlo. Lo que resulta más extraño aun es que veinte días antes de las elecciones, que en el 2011 depositaron al peronismo en la Casa de Gobierno de Laprida y Dorrego, el programa fue lanzado con bombos y platillos en las ciudades de Roca y Cipolletti donde por entonces gobernaban respectivamente la dupla Soria-Weretilneck.

Viedma no escapa a la problemática regional de la falta de trabajo que tienen los jóvenes. La Encuesta Permanente de Hogares del aglomerado Viedma-Patagones, efectuada en tercer trimestre del año pasado estima que hay alrededor de 3000 jóvenes (20 a 29 años) desocupados e inactivos, es decir aquellos que no trabajan ni buscan trabajo activamente. La cifra es preocupante. Sin embargo, más preocupante es aún, la falta de ejecución de una herramienta que el Estado Nacional tiene al alcance y que por motivos políticos se encuentra ausente en nuestra ciudad.

Cuando los programas de gobierno son implementados con alto grado de discrecionalidad política o territorial generan un costoso retroceso. Los 3000 jóvenes viedmenses pueden pensar tranquilamente que este tipo de iniciativas, en lugar de resolver la problemática, priorizan la sumisión política fomentando el clientilismo.