La industria y los votos. ADN

Javier Milei no asocia su gestión a proyectos industriales ni de desarrollo, no tiene un plan agroexportador, menos aún diseño alguno de mega obras, ni intenta sostener un tejido pyme. Por el contrario, su predicamento está en la «batalla cultural» y ese es su punto de partida para la elección de octubre, que tiene correlato con su irrupción en el poder para terminar con la «casta» y arrasar el Estado «parasitario» con la motosierra. El Presidente considera que solo tiene que crear las condiciones políticas y económicas para que el mercado esté liberado de ataduras (e impuestos) y genere inversiones y empleo. A cualquier costo y como sea, sin miramientos sociales.
Esa premisa que por ahora -pero cada vez menos- le reporta rédito al Presidente, es muy diferente a la de los gobernadores, que siguen teniendo en sus escritorios los manuales de lo que el Jefe de Estado llama «la vieja política». Por caso, acá, Alberto Weretilneck centralizó en la explotación y exportación hidrocarburífero minera toda su gestión. Un gobierno a disposición de proyectos que, pretende, transformen la matriz productiva de Río Negro. Ese movimiento supone también una cosecha electoral, por eso el provincialismo se resume en su discurso a la energía.
Este fenómeno, apalancado en Vaca Muerta, repotencia al Alto Valle que había perdido hegemonía tras la crisis frutícola. Casualidad o no, el diario Río Negro (que fue concebido al calor de un proyecto político roquense de dominación provincial), ahora venda parte de sus acciones a un grupo neuquino ligado -entre otras cosas- al petróleo. Cambia el monocultivo pero el eje de poder sigue en la región, aunque se corrió a Cipolletti, que conforma junto a Neuquén el conglomerado más poderoso de la norpatagonia.
Por eso, octubre será un buen indicador para ver si la política y los votos siguen reportando a las industrias y proyectos económicos, o a otros factores, como los emocionales: odios, antinomias, historias familiares, pertenencias políticas, identidades, ideologías, amores…
De todos modos, el gobierno rionegrino ya tiene un test que podría analizar: la elección en Jacobacci, donde ganó, dejó un alerta. Una mirada indica que la mayoría de la gente se expresó contra Calcatreu. La alianza entre Juntos, la UCR y Redes logró el 42% de los votos y su campaña se basó en la explotación de plata y oro. Incluso, al finalizar el conteo, el Gobernador festejó y posteó en X: «ni un paso atrás». «Jacobacci eligió el futuro, eligió el trabajo, eligió seguir creciendo». Pero el resto de la sociedad se expresó en otro sentido.
¿Qué pasará en Sierra Grande, tras el anuncio de YPF que no habrá planta de GNL? Un interesante test electoral será el de esa comunidad. También hay interrogantes en El Bolsón, donde el sondeo de opinión pública marca como principal responsabilidad de los incendios en el verano a una disputa por el mercado inmobiliario y los intereses privados en juego.
Pero para no quedar atrapado solo en los vaivenes del mercado empresarial y decisiones que provienen de un mundo inmanejable para la administración provincial, Juntos optó por darle contenido político a su triunfo en Jacobacci, y en otros cuatro municipios (de los nueve en juego) en los que se impuso el domingo pasado: «Hay fin de ciclo del kirchnerismo», sentenció Facundo López, transformado en vocero del Gobierno. Así, apelando a la emocionalidad, dejó claro que el adversario en octubre será el peronismo. Es lógico, no hay datos que indiquen que Juntos pueda pescar en la pecera del PJ, ni siquiera con la candidatura del vicegobernador Pedro Pesatti. El oficialismo no solo comparte electorado con el radicalismo, el PRO y la Libertad Avanza, sino que fue perdiendo votos en función del crecimiento del liberalismo, primero con Macri y ahora con Milei que trajeron sus marcas a la provincia.
Por eso, la decisión de la Justica Federal de voltear la apelación de los radicales con peluca fue festejada por quienes administran el partido y por Juntos. La UCR es socia mayoritaria del Gobierno en el marco del Gran Acuerdo, una alianza que la agrupación Nuevo Radicalismo cuestionaba y pensaba desafiar en la interna del 18 de mayo. Pero la Junta Electoral del partido no oficializó la lista de Genoveva Molinari por falta de avales y documentación. La oposición denunció proscripción y ahora evalúa pasos a seguir.
El dilema es a dónde ir a buscar los votos, en un escenario de perdida de núcleo duro y en un contexto de nacionalización y fuerte polarización? Hay esquemas y diseños, pero Juntos deberá definir especialmente un discurso.
El Gobierno sabe que el 42% de los votos obtenidos en las elecciones municipales (sumando todos los municipios) no alcanza para ganar un elección nacional. En primer lugar porque ese universo era de 20.000 electores, que equivalen a la totalidad de sufragios de ciudades como San Antonio, por ejemplo. Segundo porque esas contiendas se municipalizaron, tuvieron resultados lógicos (ganaron los oficialismos), y tercero porque el PRO y LLA prácticamente no tuvieron participación, y el peronismo, en tres localidades no participó y en Jacobacci fue dividido. Incluso, los resultados fueron similares a las intermedias locales de 2017.
Un punto atractivo es Bariloche. Ayer, Weretilneck hizo un fuerte gesto de acercamiento hacia el intendente Walter Cortés. En el Gobierno evalúan que, al menos, el jefe comunal aportará estructura en octubre. «Hoy podemos afirmar que estamos viviendo uno de los mejores momentos en el vínculo entre Bariloche y la Provincia», dijo el Gobernador en su discurso en el acto aniversario. El mensaje tuvo varios destinatarios: el barilochense, a quien además le hizo un repaso de obras para la ciudad; a Cortés, reafirmando un apoyo que estuvo en dudas tras el fracaso de la reunión con Daniel Scioli y empresarios para firmar un acta acuerdo para avanzar con la privatización del Cerro Catedral; y a dos ex socios. En el aire flotó la referencia a la ex gobernadora Arabela Carreras y al ex intendente Gustavo Gennuso, de nula o mala relación. Weretilneck dejó claro que el mandato de la ahora dirigente de Hacemos no repercutió a favor de su localidad, y que el mal vínculo entre quienes administraban los estados, perjudicó a la gente.
El abrazo Weretilneck-Cortés fue la foto del día. Fue un bálsamo para el intendente que viene cuestionado por su mala gestión y agobiado con denuncias por el uso de fondos públicos, el poco afecto a los controles administrativos, una pésima relación con el Concejo Deliberante, parte de la prensa y sectores empresariales. El mimo político también le vino bien al jefe comunal tras ver las encuestas que le acercaron, donde tiene solo el 13% de imagen positiva. El dato que lo alivió es que todos sus competidores están por debajo de él. Los que más lo acechan son Marcela Abdala (JSRN) que emprendió una cruzada contra el intendente, al punto que se bajó del palco en el acto institucional de ayer; Julieta Wallace (PJ) y Facundo Villalba (Primero Río Negro). La única figura que está por encima de todos es Carreras, que conserva capital político tras su salida del gobierno.
No es mejor el panorama en El Bolsón. Bruno Pogliano siente que ya perdió chances de ser candidato a diputado y ordenó a su tropa replegarse en la municipalidad, para moldear una nueva reelección, «por ahora», con el sello de Juntos. En general, los jefes comunales del oficialismo no tienen buenos números en las encuestas. Un caso sintomático es el de Marcos Castro, alcalde de Viedma. Su gestión es cuestionada por los vecinos y en los últimos meses sufre de orfandad política. Según los indicadores, Rodrigo Buteler es el mejor posicionado. Algunos consultores aseguran que la Casa de Gobierno ya les solicitó medir al joven intendente de Cipolletti y su proyección. Será cierto que algunos focus tantearon una dupla con María Emilia Soria para el 2027?
Por ahora, la intendenta de Roca se mueve a un ritmo político alejado del oficialismo, al punto que hasta se animó a lanzar su candidatura a gobernadora. En algún momento en la municipalidad pensaron en adelantarse al calendario y «jugar» en octubre. En el peronismo no descartan nada. «Las listas están abiertas» aseguran. Los obsesiona la unidad. Los sondeos los entusiasman y ven que si no hay fugas o traiciones, el partido está competitivo.
Esa lectura recorre al resto de los espacios. Por eso Aníbal Tortoriello salió a bajar la confrontación con La Libertad Avanza, está persuadido que si une fuerzas con el espacio de Lorena Villaverde, ganan en octubre. De lo contrario, el Presidente tendrá una mala noticia en Río Negro. Pero el mundo libertario está lejos de acuerdos, por ahora.
En la disputa entre los pretendidos socios, intervino el PRO, que aprovechó un proyecto de Villaverde que busca dejar sin chances de participación política a quienes tengan empresas o integren sociedades que sean proveedoras del Estado. Su iniciativa -si es aprobada en el Congreso- impedirá que esos empresarios integren los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación, un misil teledirigido a Tortoriello, que es dueño de un empresa de transporte y, entre otras compañías, tiene de cliente a YPF. Sergio Capozzi firmó la iniciativa y metió otra cuña.
El PRO espera el desarrollo de la relación entre Mauricio Macri y Javier Milei, que pasó de almuerzos amables a cruces de declaraciones cada vez más picantes, para definir la política de alianzas en Río Negro. Por las dudas tiene armado el esquema electoral propio y competirá en octubre.
Por su parte, Ariel Rivero sigue su marcha y no baja su candidatura con Primero Río Negro. Como usa la figura del león, los colores negro y amarillo y el nombre de Milei, el Consejo de LLA instruyó a sus apoderados para voltearle el uso de los símbolos de las fuerzas del cielo. Así, quieren que no haya confusiones en el electorado ante la multiplicidad de «libertarios blue» que existen o puedan emerger.
Mientras la política hace ensayos electorales, la gestión sigue desafiante en tiempos de crisis. La energía sigue dando buenas noticias al Gobierno, que celebró el anuncio de PAE sobre la confirmación de un segundo barco liquefactor para exportar GNL desde las costas rionegrinas. También hubo acuerdo con el consorcio que lidera YPF en el desarrollo del Oleoducto Vaca Muerta Sur, y en el transcurso de este mes Weretilneck elevará al Parlamento el texto para su aprobación.
Pero la falta de recursos enciende alarmas en Economía. En la último reunión de Gabinete, el ministro Gabriel Sánchez hizo un repaso de las pérdidas de recursos por coparticipación y recaudación propia a partir de la caída del consumo. El impacto se advierte en ciertas áreas, en especial en Salud.
La oposición amigable (CC-ARI) sigue pidiendo la declaración de la emergencia sanitaria. Y Primero Río Negro armó un proyecto para que quienes trabajan en el sector publico de salud no paguen patentes. La gestión de Demetrio Thalasselis está desdibujada.