La UCR condiciona un acuerdo con LLA y el PRO en PBA

(ADN).- Los radicales bonaerenses aseguran que nadie los llamó desde La Libertad Avanza o el PRO para conformar una alianza o integrar listas conjuntas para elección de septiembre. Avisaron que «no estamos en oferta» y en caso de avanzar en negociaciones pretenden hacer valer su peso territorial.
En las últimas horas, 27 intendentes que responden a los sectores de Maximiliano Abad y Martín Lousteau, se reunieron y coincidieron en la necesidad de mostrar a un radicalismo «competitivo» y en hacer «valer el peso territorial» que el partido tiene en el interior, si es que hubiese acuerdos frentistas.
Pero los radicales señalaron que nadie los contactó para abrir negociaciones en ese sentido.
«También decimos que nosotros no le negamos el saludo a nadie» dijo el presidente del comité, Miguel Fernández, en clara alusión a la actitud de Javier Milei a Jorge Macri durante el tedeum del 25 de mayo.
Alineado a Abad, Fernández expresó en reiteradas ocasiones su rechazo a un acuerdo con los libertarios. Sin embargo, hay intendentes de ese sector que, en voz baja, se muestran permeables a un frente, ya que -argumentan- se trataría de un esquema que no requiere «que se absorba la identidad del radicalismo».
De todas formas, buena parte de los jefes comunales sostiene la postura de no aliarse con los libertarios y ratifican la posición que, meses atrás, expresó el Foro de Intendentes en lo relativo a no hacer alianzas con «posiciones extremas».
«Queremos construir un proyecto colectivo que sea competitivo, que tenga vocación de poder, que no traicione a los ideales del radicalismo y se haga de abajo hacia arriba, estamos convencidos de eso», dijo el titular del Foro, Maximiliano Suescun (Rauch). Y agregó: «Lo que sí sabemos es que estamos construyendo una identidad y que el radicalismo no está de oferta».
Sobre el clima interno, sostuvo: «Lo que entusiasma es que se aprecia voluntad de construir algo colectivo que contenga a todos los sectores del radicalismo que han estado con tantos desencuentros y falta de diálogo, hoy eso aparece absolutamente distinto».
En lo que sí coinciden todos los sectores del radicalismo es en que la alianza a futuro tiene que discutir aspectos programáticos troncales y respetar la territorialidad del partido en el interior, que debe traducirse en la gravitación de los intendentes en las listas seccionales y la lapicera en los municipios donde gobiernan.
«El radicalismo tiene un valor y hay que defenderlo», señalaron. La idea de acá al cierre de alianzas del 9 de julio es generar espacios de comunicación constante entre la conducción de contingencia, el Foro de Intendentes, la Juventud Radical y los referentes de los municipios donde el radicalismo no gobierna.