Oleoducto: Aval legislativo para el acuerdo Río Negro-VMOS

La Legislatura de Río Negro sancionó este jueves la ley que ratifica el acuerdo entre la Provincia y el consorcio VMOS S.A., crucial para la construcción y operación del oleoducto Vaca Muerta Sur y una terminal de recepción, almacenamiento y despacho de petróleo crudo en Punta Colorada (Sierra Grande).
El proyecto se aprobó por mayoría, con 39 votos a favor, y el voto negativo de Magdalena Odarda, Ayelén Spósito, Ana Marks, Daniel Belloso y Leandro García.
El miembro informante del proyecto del Ejecutivo, Lucas Pica (JSRN), defendió la iniciativa como un “punto de inicio para transformar la provincia”. Lo describió como “437 km de esperanza” para cambiar la matriz productiva, un “grito federal, patagónico, de reparación histórica”.
Resaltó que el gobernador Weretilneck fue clave, demostrando “terquedad” en “ir para adelante para encontrar esperanza donde no lo había”, logrando un “acuerdo histórico para los rionegrinos” que garantiza, como mínimo, 1000 millones de dólares de inversión en 13 años y aportes significativos para la provincia.
Y señaló la decisión del Gobernador de destinar el 5% del primer aporte de 60 millones de dólares a Sierra Grande, iniciando su “reparación histórica” hoy mismo.
Pica también destacó la estabilidad jurídica y política de Río Negro como facilitadores, asegurando que el acuerdo es público y los diferendos se resolverán en tribunales rionegrinos, a diferencia de otros antecedentes. Subrayó los beneficios económicos directos: 60 millones de dólares iniciales, 40 millones anuales por 13 años, cánones, tasas y estimados 18.5 millones de dólares anuales en Ingresos Brutos. Informó que VMOS tendrá domicilio fiscal y legal en la provincia y que el 5% del aporte inicial será para Sierra Grande. Resaltó la creación de empleo (80/20 local, 500 trabajadores ya activos) y un plan de monitoreo ambiental con universidades e INVAP.
Otros legisladores como Santiago Ibarrolaza (Pro Unión Republicana) y Fernando Frugoni (CC-ARI-Cambiemos) apoyaron, enfatizando la prioridad en el desarrollo y el empleo. Frugoni calificó la negociación como lograr “lo posible, no lo aspirable”.
Ariel Bernatene (UCR) y Manuela Kircher (JSRN) también respaldaron la iniciativa. Kircher, desde la perspectiva de Sierra Grande, celebró el acuerdo como una “reparación simbólica” y la oportunidad de “cerrar un ciclo de postergación”, felicitando al gobernador Weretilneck por este “gran logro”.
El legislador Luciano Delgado Sempé, aunque a favor del oleoducto, criticó la negociación. Tildó los aportes para Sierra Grande de “migajas”, equivalentes a solo “2 horas de oleoducto” según sus cálculos. Impulsó, sin éxito, una modificación para aumentar significativamente esos fondos.
Pedro Dantas (PJ-NE) lo consideró un paso fundamental que transformará a Río Negro en un actor clave en la exportación de petróleo. Yolanda Mansilla (Primero Río Negro) alineó el acuerdo con la adhesión provincial al RIGI, destacando la seguridad jurídica para los inversores.
El presidente del bloque PRO, Juan Martín, si bien apoyó la ley “por generar inversión y empleo”, pidió mayor transparencia e inclusión de minorías en las comisiones de seguimiento y también solicitó un porcentaje de los ingresos para los municipios. Atribuyó la viabilidad del proyecto a la “estabilidad económica y política que se percibe en Argentina en este nuevo tiempo del presidente Milei”.
Destacó que se trata de una “ley positiva”, pero criticó la gestión provincial, señalando un “sesgo que tiene de querer escucharse a sí mismo en vez de escuchar a los otros”.
Cerró el debate el presidente del bloque oficialista, Facundo López. Inició su intervención manifestando su sorpresa por “tantas contradicciones, tanta negación de la realidad y del pasado” que, según él, daban miedo. Señaló que los ingresos extra (el aporte de 60 millones iniciales y 40 millones anuales) fueron un “logro nuestro” producto de una “enorme negociación”.
Defendió al equipo negociador, incluyendo al fiscal de Estado y a la secretaria de Energía Andrea Confini, de quien dijo que “defendió a Capa y Espada este proyecto” y lo trabajó, no por “confianza íntima del gobernador,” sino por sus “valores y por los conocimientos, no en marketing, en la política hidrocarburífera y gasífera”.
López desestimó la idea de que se le está “mintiendo a la gente” con “esos numeritos”, aclarando que el petróleo de Vaca Muerta es mayoritariamente neuquino. Negó enfáticamente que la provincia vaya a explotar petróleo en el mar, señalando que “está prohibido por la ley. Lo único que hicimos en la ley fue el transporte”.
Proyectó un aumento significativo en los ingresos por Ingresos Brutos para varios municipios debido al proyecto, listando cifras estimadas para Bariloche, Roca, Viedma, Villa Regina, El Bolsón, Allen y Cinco Saltos.
Finalmente, subrayó que su gobierno busca “generar riqueza” y “bienestar para cada uno de los rionegrinos” y que “nunca nos van a ver acompañando algo que perjudique a la provincia”.