Peronismo, ausencias y presencias. ADN

El peronismo siempre definió las etapas históricas, con sus ausencias (prosripto) o presencias, no sin conflictos y contradicciones. Esta etapa institucional rionegrina y frente a las elecciones provinciales, no escapa a la regla. John Williams Cooke escribió que “El presente envuelve el pasado y encierra también el porvenir”. Con este bagaje sobre sus espaldas ahora concurrirá a las urnas.

Proceso novedoso y por qué no difícil, el desafío que representa el 16  de abril. El PJ como estructura orgánica no tendrá fórmula para la gobernación de Río Negro, pero estará presente, de un modo particular e inédito en Río Negro, confluye -juntos con otros partidos y sectores sociales y económicos- en lo que se ha dado en llamar “Un gran acuerdo provincial», donde cada espacio conserva su identidad y confluye en un proyecto de poder netamente provincialista, encerrado en sus fronteras y con autonomía frente a la política nacional.

Este proyecto, capitaneado en el peronismo por Martín Doñate, en su elaboración junto a Alberto Weretilneck, plantea un modelo distinto, casi hereje, para el compendio religioso peronista y es un atrevimiento que encierra un futuro a debatir. Tampoco actuó solo, tiene una conducción y responde a su jefa. No hay improvisaciones, ni actitudes individuales.

En las reacciones hay mucha “gestualidad estéril” y también tiene que ver en el reflejo de la propia Cristina Fernández, cuando acudió a las urnas, en el 2017, con el sello de Unidad Ciudadana, mientras que Florencio Randazzo, fue con el sello del PJ y obtuvo el 4% de los votos, con Alberto Fernández como Jefe de Campaña.

Muchos “se rasgan las vestiduras”, algunos con sinceridad y apegados a la historia y otros porque ven la oportunidad del enfrentamiento interno para posicionarse. También se esconden divisorias de aguas que se referencian a nivel nacional. El ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, es mirado de reojo por el kirchnerismo. En su gestión Cristina fue condenada.

Tampoco tendría que llamar la atención que el peronismo concurra a las urnas dividido. Fue así desde 1983, salvo en las elecciones en que ganó Carlos Soria, que logró unificar criterios en una coyuntura favorable ante una ciudadanía cansada del radicalismo y específicamente de la gestión del entonces gobernador Miguel Saiz.

El peronismo perdió consecutivamente elecciones porque siempre hubo un cisma que devaluaba el apoyo de los votos. Peronistas que votaron al radicalismo, al MPP, al Frente Grande y al MARA, incluso al viejo PPR. Ahora, ¿habrá votos para Juntos? Siempre los hubo en todas las elecciones pasadas. «Esto es un reencuentro,» dijo un entusiasta del acuerdo con JSRN.

La unidad en el peronismo y el pejotismo son mitos. Sólo se cumplen en donde es gobierno. Los gobernadores y su poder territorial mantienen vigente esta especie de cooperativa del movimiento nacional y popular, que en muchos provincias cedieron paso a los partidos provinciales.

Nada nuevo. El peronismo irá dividido en tres para las elecciones de abril, y cada uno tendrá un porcentaje.

El nombre y el sello e incluso el color de las boletas, son propiedad del PJ. Esta será la convocatoria oficial a pesar de las otras alternativas que se manejan con posibilidad de participar de las elecciones, pero que hasta ahora sólo se trata de voluntad y un armado con no pocas dificultades. Recursos humanos y financieros se necesitan.

Surge así Nos une Río Negro, que ahora está en la tarea de sumar y producir hechos políticos que amalgamen la propuesta. Por ejemplo el legislador Ramón Chiocconi se incorporó al espacio y será integrante de la lista del circuito Andino. Su pase permitirá tener nueve legisladores sobre los 17 designados en su momento por Martín Soria. Con este número de diputados se pedirá la plaza que hoy ocupa Pablo Barreno, en el Consejo de la Magistratura, cuando retome su actividad la Legislatura provincial. Esta mayoría se logra sumando los cuatro miembros del bloque del Frente Renovador. Así funcionará el rionegrinismo.

Tampoco es neutra la foto de Weretilneck y Doñate, con el embajador de Estados Unidos, Mark Stanley, en una reunión para tratar futuras inversiones en Río Negro. Un anticipo.

Desde Nos Une Río Negro se destacan que luego del anuncio del acuerdo con Juntos, se produjeron distintas adhesiones en toda la provincia. Algunos voceros estiman que el conjunto de votos de distintos partidos y sectores que avalan el proyecto rionegrino superará el 60%.

Cómo sigue. Será importante el armado en los municipios, donde «no nos vamos a molestar con las candidaturas», arriesgó una fuente y confió en que «habrá generosidad, sin mezquindades». La lista azul de la alianza Nos Une Río Negro tendrá sus candidatos para la sábana y en cada circuito y municipios, sin competencias acordadas con Juntos. También queda para adelante conformar los equipos técnicos que podrían sumarse a la administración provincial.

Por el lado de la coalición Comunidad Organizada, PARte, Frente Grande, sorismo y PTP, no hay identidad directa con el peronismo, e incluso no podrían usar el nombre de Frente de Todos, ya que está inscripto por el PJ, y tiene potestad sobre la marca. Este sector quedó identificado como la representación política en Río Negro del Presidente Alberto Fernández.

Dos temas surgen, por un lado el sorismo empuja desde lo judicial la intervención del PJ en la provincia, que tendrá que definir Fernández y .por otro lado, el Frente Grande, quedó atrapado en un conglomerado antikirchnerista, que genera urticaria en el partido a nivel nacional.

A su vez, Gustavo Casas -otro candidato en disputa- trabaja para superar la falta de sello reconocido por la Justicia Electoral, mediante conversaciones con Kolina y Unidad Popular, que siguen y seguirán hasta el último día de enero.

Esta semana fue de encuentros, pero Kolina aún no definió si participará con el arquitecto viedmense como candidato, al tiempo que queda para estas semanas sellar el acuerdo con Unidad Popular, de Rodolfo Aguiar.

Si el peronismo cuenta con un caudal aproximado del 25%, de acuerdo a las últimas elecciones, hay que medir el desgranamiento. Pesará entonces, el poder de la convocatoria y desde qué lugar se convoque. No se descarta la presencia de Cristina Fernández en la campaña, además de una prolifera secuencia de fotos con los candidatos.

Ausencias y presencias del peronismo. Pasado, presente y futuro ¿Cómo quedará el escenario político rionegrino? el 16 de abril hablarán las urnas