Nuevas autoridades y viejo debate en el radicalismo

(ADN). – El Comité Viedma eligió ayer nuevas autoridades. Ahora, normalizado, enfrenta el compromiso del futuro. Pocos afiliados concurrieron a las urnas -aunque fue un poco más que la última elección- y sobre unos 4500 habilitados a sufragar sólo lo hicieron 848. No es privativo de la UCR tener estos guarismos porque sucede en casi todas las internas donde los partidos -denominados mayoritarios- perdieron su vida interna, la militancia y sobre todo la convocatoria a la política.

Ganó la lista que siente más simpatías con resolver con Aníbal Tortoriello la candidatura de JxC para las elecciones a gobernador del año próximo, pero Genoveva Molinari superó por apenas 40 votos a Emilio De Rege, con similar resultado para las listas de convencionales, esto es que conducir el proceso futuro político del radicalismo viedmense, requerirá de consensos y acuerdos, pero sobre todo de volver a entusiasmar a los afiliados que es posible un renacer radical en Río Negro.

La UCR rionegrina comenzó su recuperación. Llegó al piso y el rebote empuja a un nuevo protagonismo. Ahora viene la pregunta: ¿Está en condiciones de hacerlo sola o en Juntos por el Cambio o en una alianza nueva con Juntos. ¿Surgirá el candidato radical que le dispute el rol y el protagonismo al candidato que ya impuso el PRO, con Aníbal Tortoriello?

Las opiniones están divididas y se presume un Comité en equilibrio interno, que torna en padecimiento cualquier definición política.

Un acercamiento al partido del gobierno aún no se conoce sobre qué condiciones y metodología se pudiera concretar, mientras que el rol del radicalismo en JxC pareciera limitado a un honroso acompañamiento que tiene una limitante no menor y se trata, como dijera el propio Tortoriello, que el candidato que ofrezca tiene que estar despojado de las prácticas de la «vieja política» y mostrar «un legajo limpio».

Ayer festejaron. Hoy a trabajar