Se prepara el escenario para la previa. ADN

Falta un dato fundamental. El decreto de la gobernadora Arabela Carreras fijando la fecha de elecciones provinciales para el año próximo.

Mientras tanto hay un espacio de debate interior en los partidos, que se preserva en sus anuncios y que tiene que ver con la estrategia electoral. También se siguen analizando los números que arrojan los trabajos de campo de las encuestadoras.

Los datos siguen marcando la supremacía de Juntos Somos Río Negro -se mide con Alberto Weretilneck como candidato- y también arrojan algunas sorpresas en Juntos por el Cambio. “Aún no surgen los votos de Tortoriello” señala una fuente e incluso por ejemplo no hay medición en un lugar clave como Bariloche. Sigue firme en Cipolletti.

En el peronismo y el radicalismo los guarismos son relativos porque todavía no hay candidatos y por lo tanto se mide a los partidos solos.

Según comentó a ADN un dirigente provincial, recién comenzarán los movimientos para fin de año, después de octubre y con mayor precisión sobre la fecha de convocatoria a elecciones, supuestamente en enero, que tienen que convocarse 90 días antes, en el año calendario.

Algunas cuestiones a tener en cuenta y que inciden en la estrategia electoral. Se estima que las elecciones municipales se convocarían en la misma fecha para gobernador, vice y legisladores, salvo los municipios que tengan por Carta Orgánica fechas distintas para llamar a las urnas.

Hay movimientos para la previa. Aníbal Tortoriello, con el PRO, tampoco puede prescindir de la situación nacional de Juntos por el Cambio, en la pelea entre sectores y, además, con la UCR, para elegir candidatos y definir sus pasos electorales.

Se observa a JxC y al ex intendente de Cipolletti, sin actividad en el territorio, con poca difusión de su labor parlamentaria en el Congreso, no hay trabajo en las localidades y tampoco recorridas por la provincia.

Gravita en este tema la posibilidad de suspender las PASO a nivel nacional, que lleva confusión en JxC y mesurada tranquilidad en el Frente de Todos nacional, que igualmente recién podrá esbozar una esperanza si en marzo la inflación desciende al cuatro por ciento. Un albur.

Por otro lado, y “sotto voce”, siguen las alternativas del posible armado de un frente provincial amplio, liderado por Juntos y en conjunción con varios partidos, que incluye al peronismo y al radicalismo.

En este eventual proyecto la UCR está más ordenada. Logró encauzar el partido desde la Convención, normalizó a sus autoridades y busca autonomía para formar parte de un frente rionegrino, con el consentimiento del partido nacional. Jugar en la provincia un partido aparte de Juntos por el Cambio. Hay consenso mayoritario.

Desde un sector del PJ sostienen que primero hay que reafirmar el “para qué” y luego ver “el cómo”.

En el PJ y la UCR hay voluntad de integrar un frente electoral amplio, que incluso tiene el acompañamiento de sectores sindicales que quieren formar parte de este espacio electoral.

“El cómo” es un interrogante a resolver. En principio se podría dar un acuerdo de abajo hacia arriba, con experiencia en los municipios donde peronismo y radicalismo mantendrían los candidatos en las ciudades y localidades donde ya son gobierno y votar junto con la elección a gobernador, donde se pueda. Podría haber acuerdos muy puntuales en gobierno municipales de JSRN que hoy están cuestionados.

El dilema escala luego a la categoría de legisladores, que presenta mayores inconvenientes en tanto son los espacios mas disputados. El objetivo final está planteado a lograr un número de bancas en la Legislatura que brinde tranquilidad al proyecto en conjunto. Tampoco convence habilitar listas colectoras, que pueden dividir mucho el voto en los circuitos.

No es lo mismo gobernar con el 37% de los votos y con la oposición sentada en el parlamento, que llegar a la Casa de Gobierno superando la barrera del 50%.

El doñatismo, que conduce al PJ, tiene afinidad con este proyecto de un frente electoral, convencido de construir un espacio de poder rionegrino, prescindente del orden nacional y a la luz de un proyecto energético donde Río Negro se instala con protagonismo, para lograr recursos y desprenderse de la tutela económica nacional.

Esta posibilidad tiene la oposición de sorismo, que dejó de ser el sector dominante desde General Roca y que hoy compite con flaquezas de apoyo tanto en municipios como de legisladores.

Hoy la interna del PJ se debate en peleas domésticas y la judicialización.