Reacción al vallado de Larreta a la casa de Cristina Fernández

Cristina Kirchner cruzó a Horacio Rodríguez Larreta tras la instalación de un vallado en las inmediaciones a su domicilio. «Para los macristas protección, para los peronistas vallas», dijo la vicepresidenta en un posteo en sus redes. El peronismo que tenía previsto reunirse este sábado en todas las plazas del país para reclamar contra el pedido de prisión a Cristina, reacción de inmediato levantando todas esas convocatorias para marchar al departamento de la vicepresidenta en la Recoleta.

El gobierno porteño comunicó que se mantendrán las vallas que rodean el departamento ubicado en Juncal y solo podrán ingresar a la zona los vecinos que demuestren que viven en la zona.

La medida de Larreta tuvo el efecto contrario al buscado: cientos de personas se acercaron al domicilio de Cristina y el peronismo levantó la convocatoria a marchar a las plazas de todo el país y convocó a unificar el reclamo frente a la casa de la vicepresidenta.

El dispositivo instalado por el gobierno porteño, que incluye carros de asalto y guardia de infantería deja a Larreta en una encerrona: puede haber desbordes si mantiene las vallas y si las quita quedará en una posición de debilidad ante el ala dura de Juntos por el Cambio.

En una carta dirigida a Larreta, Cristina comparó el trato dado a sus seguidores con los simpatizantes macristas. Relató que el 10 de diciembre de 2015 después de dejar el Gobierno no pudo llegar a su casa de Recoleta porque la calle «había sido copada por militantes y simpatizantes macristas, muy violentos» y tuvo que ir a dormir a la casa de su hija en Montserrat.

Cristina agregó que desde ese momento «la esquina de Juncal y Uruguay fue objeto de permanentes concentraciones de pequeños grupos de simpatizantes macristas con actitudes amenazantes y agresivas», pero sin embargo «en todos esos años, la policía del Sr. Larreta nunca intervino».

«La lógica del Sr. Larreta es la misma lógica del partido judicial. Para los macristas: cuidado y protección. Para los peronistas: vallas, infantería de la policía de la ciudad y hasta palos, gas lacrimógeno y gas pimienta como la noche del lunes. Lo dicho ese día por la noche: nunca fueron ni serán democráticos», escribió Cristina.

Desde el gobierno porteño aseguraron que las medidas continuarán. «Vamos a ser firmes para que el barrio recupere la tranquilidad. El vallado va a estar el tiempo que sea necesario», aseguró el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel.

«Tienen sitiada a la vicepresidenta de la Nación, es una provocación más, una torpeza», dijo el ministro de Desarrollo Social de la Provincia y referente de La Cámpora, Andrés Larroque, quien llegó hasta el lugar. Incluso sugirió que la oposición prepara una domiciliaria para Cristina.