A Dios rogando…. ADN

La noticia sacudió la parsimonia política de la semana. La gobernadora Arabela Carreras anunció la entrega de viviendas y cobertura social para pastores evangélicos de Río Negro. El Ejecutivo y los intendentes suman protagonismo desde el Estado a la campaña electoral con destino a la contienda de noviembre. La jugada movió el avispero y, si bien generó reacciones, el anuncio fue directo a impactar en un sector de las iglesias con vínculos con Aníbal Tortoriello (Juntos por el Cambio), principalmente en el Alto Valle rionegrino.

A poco más de un mes de los comicios, la campaña en general mide tiempos. No hay apuro y además la política sigue atrayendo la apatía de los ciudadanos. Este contexto ayuda a los oficialismos que gestionan. Nada existe fuera del gobierno y los partidos están limitados.

Río Negro presenta hoy una realidad que no se compara a campañas anteriores. La centralidad política del Alto Valle está devaluada y hoy prevalece un nuevo dibujo que marca el eje Bariloche-Viedma, con protagonismo también de la costa atlántica y toda la región sur que es emblemática. A esto el gobierno suma con igual identidad al Valle Medio y ciudades como Allen, Villa Regina, Catriel y Fernández Oro. En este panorama Roca sigue siendo patrimonio-más devaluado- del sorismo y Cipolletti, con predominio de JxC.

Este fue el cuadro que dejaron las PASO. Casi excluyente y genera ánimo y expectativas. Ganar siempre otorga un plus y alienta cerrar el 2023.

El impacto que tuvo la aplicación de medidas que benefician sectores evangélicos, muestra un protagonismo que hoy solo lo otorga el poder y la administración del Estado y pone blanco sobre negro que el adversario a derrotar por Juntos Somos Río Negro, es Juntos por el Cambio, un objetivo que comparte el gobierno nacional que no quiere perder una banca en la Cámara de Diputados en manos del macrismo. Es más, ante esta posibilidad prefiere a JSRN.

El sector evangélico, por su inserción barrial, el trabajo sobre recuperación de adicciones y de personas con conflicto con la ley, fue siempre una tropa a sumar. Lo hizo el radicalismo y luego Alberto Weretilneck, con fuerte llegada con el ámbito de las iglesias cristianas no católicas.

Pero no es el único sector en el que opera el oficialismo: clubes, fundaciones, mutuales y sindicatos son subsidiarios de aportes, insumos y herramientas, y son beneficiarios de políticas públicas como el acceso a la tierra y la vivienda. Todo ello constituye un entramado social de contención de vastos sectores sociales. Pero también el Gobierno aborda al sector privado para evitar que las economías se resientan. El objetivo es la generación de empleo.

Juntos por el Cambio atrasó su campaña. Insiste en su potencial en el Alto Valle y espera sacar provecho de errores ajenos. Compite con el Frente de Todos por un escaño en la Cámara Baja, pero quiere sacarle votos al oficialismo, porque sabe que del frente peronista no puede chimanguear mucho. No le alcanza con identificar a JSRN con el gobierno nacional y batalla contra “el kirchnerismo”. Agita la figura de Cristina Fernández como “el cuco” y no puede agigantar la grieta que supo conseguir, porque en Río Negro, hay una tercera posición dominante.

Para colmo, JSRN cosecha más intendentes de sus socios radicales. Y la Gobernadora suma fotos con dirigentes como Mario De Rege.

El FdT propuso modificar el estilo de campaña, luego de la derrota del 12 de septiembre, y depende del gobierno nacional. Se convocó a todos los sectores y ahora tiene que demostrar que todo lo rearmado sobre la base de los errores cometidos tendrá los efectos deseados. Se rompió ese camino en soledad de Ana Marks y la promoción de las obras nacionales ahora tiene protagonistas excluyentes a los funcionarios y dirigentes peronistas. Un ejemplo: la exposición pública del ministro Gabriel Katopodis con el titular de Vialidad de Río Negro, Gustavo Casas, en la promoción de las obras de pavimentación y autovía en las rutas nacionales 23 y 22, respectivamente, con el compromiso de recursos y plan de trabajo hasta terminar estas dos vías de comunicación estratégicas para Río Negro.

El compromiso del peronismo y el gobierno nacional es defender el diputado, promocionar las obras y gestiones de la administración de Alberto Fernández y además tiene una tarea extra: recuperar ese voto propio que falló en las PASO. Una barrida en los padrones y la tarea de ir a buscar a “cada compañero” casa por casa, es la propuesta. ¿Será posible?

Habrá que esperar el resultado del 14 de noviembre. Pero si hay una ratificación a JSRN y el oficialismo se impone con más diferencia que en las Primarias y JxC queda tercero, comienza a preconfigurarse el escenario 2023 con otra ola verde.