El FdT y JSRN en la preferencia del electorado. ADN

De acuerdo a una última encuesta conocida el viernes y a la que tuvo acceso esta Agencia, el Frente de Todos alcanzaría en las elecciones PASO, del sábado próximo, un porcentaje de votos del 32.7 por ciento y Juntos Somos Río Negro el 29.8 por ciento, con tendencia -para ambos- a consolidar estos números en la última semana.

En Juntos por el Cambio, donde compiten tres listas, Aníbal Tortoriello, obtendría el 12.3 por ciento, Mario De Rege, el 9.1 por ciento y Jalabert 1.4 por ciento, mientras que, en la interna de la izquierda, Norma Dardik, obtendría el 3.9 por ciento.

El relevamiento fue hecho en Viedma, Roca, Cipolletti, Bariloche, Villa Regina y San Antonio.

En estos últimos días que restan para el acto electoral, las fuerzas políticas extremarán sus estrategias de captación de votos, aunque según pudo recoger ADN, de conversaciones con referentes partidarios, el común denominador de estas elecciones es la apatía del electorado.

No hay clima electoral y la falta de interés es notoria, pareciera que sólo es un tema de los dirigentes y militantes, que recorren los domicilios y dejan en los buzones de cartero o debajo de las puertas, las boletas de cada partido.

Todo el esfuerzo comunicacional y los fondos de dinero están puestos en las redes, plataformas de internet y otros espacios web, que invaden los sistemas telefónicos y televisivos, y bombardean al usuario con las fotos y propaganda partidaria. También hay presencia en los medios de comunicación, con variada suerte en la atención de la gente.

El Frente de Todos sigue en la línea inicial con un mensaje que pone en valor la presencia del Estado en las políticas sociales, conquista de derechos, obras públicas y sobre todo en las políticas del gobierno en la pandemia, tanto en los ejes sanitarios como sociales y económicos.

Observa acompañamiento y además se esperanza en hacer crecer estos guarismos, con la proyección de los indecisos con resultados en ciudades y localidades más pequeñas.

Juntos Somos Río Negro también tiene un espacio para crecer. Alberto Weretilneck salió al ruedo con el propósito de acompañar a los candidatos, sobre todo pisando fuerte en Cipolletti, bastión de Tortoriello.

Pero el espacio oficialista suma también desde el propio gobierno con la gestión de Arabela Carreras, que sigue creciendo en las encuestas y también con la labor de los intendentes. Juntos cuenta con 18 municipios y en ninguno de ellos los jefes comunales quieren perder, por el contrario, lo que en un principio se pensó como una campaña del partido sin comprometer al gobierno se desvaneció ante la propia realidad. El electorado, en su análisis final al decidir su voto evalúa la gestión provincial y municipal y finalmente el aparato del Estado termina pesando. La pregunta final es siempre la misma: ¿Quién gana y quién pierde?

El espacio de Juntos por el Cambio pareciera tener su techo. Ya no hay “de donde rascar en el fondo de la olla”. No puede conquistar votos del FdT, tampoco de JSRN, su principal adversario y a quien trató de limarlo identificándolo con el kirchnerismo y mucho menos de la izquierda.

Sucede en Río Negro lo que se experimenta en el país. Salvo el núcleo duro de votantes, JxC no logra sumar votos, como para pensar en un triunfo, porque hay poco o nada que ofrecer. De esto, se dieron cuenta los radicales en varias provincias.

En la provincia los votos de JxC tienen mucha base radical. Los nueve puntos de Mario De Rege no son pocos, si se tiene en cuenta el proceso último de la UCR, incluida su normalización.

El viedmense cuenta con el apoyo del afiliado y simpatizante radical, mientras que Tortoriello atrajo al sector más liberal del radicalismo. Basta con haber seguido con atención las definiciones políticas y económicas de De Rege y quienes fueron sus acompañantes nacionales. El jueves llegará a Viedma el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, uno de los dirigentes nacionales del radicalismo más críticos del PRO en la alianza Juntos por el Cambio y estará en el acto de cierre de campaña.

Por otra parte, y de acuerdo a lo que indican los números de los encuestados, el radical Germán Jalabert quedó prisionero de esta puja y no suma voluntades. En el espacio donde compite pesa el «voto positivo» y la presencia oficial partidaria tanto de la UCR como del PRO.

En fuentes cercanas a De Rege se estima que la escasa diferencia se podría achicar y para esto hay que hacer una fuerte convocatoria a los radicales, sobre todo aquellos que no identifican al viedmense con JxC, y que adjudican ese patrimonio a Aníbal Tortoriello.

Juntos por el Cambio vivió esta dualidad y paseó por la provincia a un nutrido variopinto de dirigentes nacionales que no ayudó, y a muchos confundió con la pelea interna en la capital federal y la provincia de Buenos Aires.