Un debate postergado

(ADN). – Terminaron las internas del radicalismo y tomó vigencia y se instaló –al menos –en su dirigencia, un debate postergado dentro de Juntos por el Cambio. Juan Martín, dirigente del PRO y diputado provincial por la alianza macrista, “le bajó” el precio al triunfo de Yamil Direne, de la lista blanca y roja y no pudo ocultar su simpatía por el otro sector, de la blanca, roja y negra y calificó su desempeño electoral como bueno y que alcanzó “la mayoría en la Convención Provincial de la UCR”, cuando aún no se conocen las cifras oficiales y el sector de Ibarrolaza ahora intenta llevar el pleito al terreno judicial.

Las declaraciones de Martín a ADN, tuvieron como intensión sacudir el árbol y recoger frutos, principalmente en insistir frente a la infantería del radicalismo que el candidato de JxC debe ser Aníbal Tortoriello, restando valor al requerimiento radical de poner al primer candidato o candidata de esta alianza en las próximas elecciones nacionales y tampoco dejar pasar la oportunidad para opinar que el radicalismo provincial “no tiene posibilidades de dejar la alianza” con el PRO y la CC-ARI, en razón de una decisión nacional.

Este debate postergado sobre el rol que le cupo a la UCR en JxC y que ocultó desde el 2015 con la llegada de Mauricio Macri al gobierno nacional, llegó ahora con el ascenso a la conducción del radicalismo de una dirigencia menos complaciente con las políticas liberales, que no comparte la idea de un Estado ausente y que tiene una mirada más reivindicativa del reclamo provincialista, menos unitaria.

Las declaraciones de Martín no cayeron bien y desde ya que la lista roja y blanca desmintió a esta Agencia que sus adversarios tengan mayoría en la Convención, “no sé de dónde saca esos números” dijo una fuente radical que se prestó a conversar con ADN “porque Yamil aún está transitando por el Covid”.

También destacó que para definir el futuro de Juntos por el Cambio primero tiene que haber una decisión de la Convención Nacional, que “no creo que se reúna –agregó- primero por la situación sanitaria del Covid y segundo porque en la mayoría de las provincias hay resistencias a la alianza con el PRO” y arriesgó a adelantar que este panorama pondría a los distrito en “libertad de acción”.

Sin dudas que se trata de expresar que hay un país distinto a la franja “rica de la pampa húmeda” con Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza, con una visión más centralista y en torno a las administraciones de Horacio Rodríguez Larreta y Rodolfo Suárez.

La conducción del radicalismo provincial tendrá ahora, una vez que asuma Direne, una visión más autónoma y más crítica de JxC y por esto el PRO trata de “contener” al centenario partido en su redil, a la vez que tironea con Tortoriello, hasta donde pueda porque aún falta tiempo. Martín también insiste en todo momento en destacar el apoyo de Patricia Bullrich y Miguel Pichetto al ex intendente de Cipolletti. No se sabe si esto acerca o aleja.

“Nosotros tenemos otra concepción de la política”, explicó la fuente radical a ADN, porque ya “estamos respondiendo a las demandas de los intendentes que tienen elecciones locales de medio término. No llaman al PRO o a la CC-ARI, llaman al radicalismo”, dijo y dejó un mensaje por demás elocuente “en nuestro partido consultamos al afiliado y hacemos elecciones internas”.

El debate está abierto. Los resultados finales de las elecciones internas darán un número cierto de los convencionales provinciales de cada sector y se iniciará un diálogo donde los interlocutores se desconfían.