Elecciones en la UCR. ¿Sólo una competencia interna?

(ADN). – A partir de mañana ya estarán las listas definitivas para las elecciones de la UCR de Río Negro, donde competirán por la presidencia partidaria Yamil Direne, de la lista blanca y roja y Santiago Ibarrolaza, con los colores blanco, rojo y negro.

Estos comicios vienen precedidos por diferencias que superan la simple competencia interna y remiten a cuestionamientos políticos-ideológicos que tienen dos fuentes: la férrea adhesión de un sector a la alianza macrista, y los cuestionamientos del otro a esta posición, con una mirada más provincial cercana a JSRN.

Hay algo más que una competencia partidaria. Un ejemplo: fuentes confiables indicaron que la lista que preside Ibarrolaza, impugnará padrones en las localidades donde existan afiliados vinculados al gobierno de Juntos Somos Río Negro. También impugnarán listas locales donde haya candidatos que expresan su apoyo al oficialismo, o que hubieran sido o fuesen funcionarios del Gobierno.

Casi una purga interna. Paladar negro radical, con un partido reducido. No hay apertura y con una posición estática en el redil antiperonista del macrismo, que de esta manera le quita protagonismo.

Este es un claro mensaje hacia la lista que preside Yamil Direne, que consideró “una chicana” el ataque que hace el oficialismo a su sector y que planteó un discurso más abierto, incluso dijo que no descarta alianzas con otros sectores si el radicalismo se propone una estrategia de poder en la provincia. Definición que estará en la Convención.

El 11 de abril estarán en pugna –analizando estas realidades- dos modelos distintos. Un espacio que se abroquela en el “anti”, estático y que somete toda su estrategia a las definiciones del PRO y otro -que según las declaraciones de sus propios dirigentes- se proyectan a construir poder con el objetivo puesto en el gobierno provincial, con la idea de construir alianzas hacia ese objetivo, “porque solos es imposible”, dicen.

El tema de la alianza con el macrismo es un sayo que le cabe a los blancos, rojos y negros, y existe otra dirigencia y una corriente radical que reniega compartir de nuevo un espacio electoral con el PRO y la CC-ARI- y recuerdan el desplazamiento del radicalismo en la provincia durante los cuatro años del gobierno de Mauricio Macri.

En algo acuerdan ambos sectores. La pertenencia a la UCR del candidato o candidata a la cámara baja del Congreso, en las próximas elecciones nacionales, que deberá ser radical, con el convencimiento además de que si el PRO insiste en poner al candidato –en este caso Tortoriello- el tema se resolverá en las PASO.

También comparten el criterio en que deberá ser la Convención provincial la que defina la política de alianzas electorales.

El sector identificado como rojo, blanco y negro, también “torea” a sus adversarios en que “nosotros definimos con claridad la necesidad de defender un frente anti kirchnerista”, apropiándose del espacio antiperonistas, mientras que colocan a sus adversarios como “amigos” de JSRN.

Será una elección donde puede haber pocos votantes y adquieren relevancia el trabajo territorial y la movilización en las localidades con el peso de los intendentes.

Restan 21 días. Los pronósticos indican que el resultado de las elecciones no traerá paz al radicalismo en este año electoral.