Ibero: moderado optimismo y hay que seguir cuidándose

(ADN). – “Este año puede cambiar la actual situación de la pandemia” dijo Mercedes Ibero a esta Agencia, con moderado optimismo y evitando crear falsas expectativas en la ciudadanía, una actitud que mantuvo en toda la conversación. La referencia está dada en la posibilidad de vacunar a la mayor parte de los rionegrinos y al abastecimiento fluido de dosis de diferentes procedencias. La curva de contagios en Río Negro está descendiendo.

El tener vacunada la franja etaria de más de 60 años y los agentes de salud, policiales y docentes, es un paso más hacia la tranquilidad, a pesar que la médica precisó que “igual de los 18 a 59 años hay situaciones de riesgo, que pueden demandar internaciones hospitalarias”.

La secretaria de Políticas Públicas de Salud Río Negro recibió a ADN en su despacho del primer piso del edificio azul de calle Laprida. Fue locuaz y precisa en sus afirmaciones, con palabras medidas, incluso cuando con una sonrisa terminó la charla con una advertencia: “en invierno, cuando cerremos las ventanas” puede haber un rebote de contagios por Covid y reiteró una letanía que nunca deja de formular: “entendamos que hay que cuidarse, que debemos tomar distancia y usar barbijo”.

Con la llegada del frío también aconsejó vacunarse contra la gripe y la neumonía, «pero lejos de las dosis contra el coronavirus».

Ibero fue la cara visible del gobierno en la lucha contra la pandemia. Todos días enfrentó –en la primera y segunda etapa de cuidados- las cámaras para llegar a la población con los datos de contagiados, fallecidos y curados, en el desarrollo de la enfermedad en la provincia.

Aquella función la definió “como parte de la tarea cotidiana” y asegura que “no fue fácil” transmitir esas noticias, porque “no es lindo” y la vida de las personas “no son un número más”. Quizás sea parte de su profesión como médica cirujana tener esa frialdad necesaria y le habló a cada rionegrino como un paciente.

En Río Negro hay que vacunar a 208.926 personas que es al dato que tiene el gobierno nacional para enviar las dosis correspondientes a la provincia y hasta el momento llegaron 27.100 vacunas que permitieron inocular a 19.188 personas.

Hoy el programa de vacunación sigue con el personal de salud y geriátricos y de a poco inmunizar a los mayores de 60 años, comenzando por los de más de 70, el martes pasado. Se registraron hasta el momento 56.717 personas para vacunarse, sobre un universo de 86.365. La última partida llegada a Río Negro fue de 8.500 dosis d AstraZéneca-Oxford y se espera ahora nuevos envíos de la vacuna China recientemente llegada al país.

“Conozco que hay quejas por estos primeros llamados para vacunarse”, dijo Ibero porque hay mucha ansiedad, pocas vacunas y más de 80 mil demandas. Se llama a las personas de acuerdo a como se fueron inscribiendo.

Esta realidad hecha por tierra todas las campañas anti vacunas que pronosticaban que no serían mucho los interesados en inocularse. Llegó la vacuna y muchos se olvidaron de la diatriba y los prejuicios y cantaron presente.

“Me enojó mucho cuando se metió la política en la pandemia”, indicó la funcionaria a esta Agencia y señaló que se eligió el camino de la crítica “en vez de ayudar”.

Mercedes Ibero, o “Mechi”, como le dicen, nació en Zárate, se trasladó con su familia a los ocho años a Buenos Aires, donde estudió medicina en El Salvador. “Me enamoré de un guardavidas rionegrino” comentó al explicar de qué manera llegó a la provincia. Tras un tránsito por Puerto Madryn, fue al hospital de San Antonio a trabajar como cirujana, luego se desempeño como directora de ese nosocomio y posteriormente fue a dirigir el hospital de Bariloche.

El sistema no colapsó

Siente como un logro que “el sistema de salud no colapsó en los peores momentos” y detalló que “el 90 por ciento de los pacientes transitó la enfermedad de manera leve y sólo el 10 por ciento requirió cuidados intermedios o intensivos”.

Destacó que se hicieron inversiones en camas, terapias –entre otros servicios- y que ahora el sistema está más preparado y dijo que “si esto hubiera sucedido en el 2010 hubiera sido tremendo”.

En este punto se referenció con las instrucciones que les dio la gobernadora Arabela Carreras, que “metió mucha presión” y pidió “quiero ya todo y no lo pensemos”. Recordó –en esta línea- que “fuimos la primera provincia en obligar el uso del barbijo, cuando la OMS, aún no lo había definido”.

Ibero reconoció que hay indisciplina social. Explicó que “conversé el tema con un psicólogo” y creo que hubo un mecanismo «de negación» y «minimización» del virus, como que “es una gripecita y nada más”.

Trabaja muchas horas diarias y tiene dos hijos de 14 y 16 años, que le exigen compatibilizar demandas familiares y sociales. “Soy ansiosa” reconoce, una característica que deviene incluso de elegir su especialidad médica: “el cirujano resuelve rápido y al clínico le lleva más tiempo”, señaló. Su elección profesional fue el hospital.Todo adrenalina.

La función pública

Desde Bariloche Mercedes Ibero llega a Viedma convocada a trabajar en el Ministerio de Salud. Se autodefine como una profesional que no tiene curriculum en la actividad política.

Relató a ADN que sintió la convocatoria de Alberto Weretilneck, a quien fue de “admirar mucho” y dijo que “recuerda cuando lo escuché decir que quería que todos los rionegrinos se sientan orgullosos de serlo”.

“No me veo en la política” respondió y ante una nueva pregunta sobre qué diría si fuera convocada para un cargo, respondió: “no sé, me tendrían que enseñar y explicar”.

Piensa sólo en función de la salud pública e incluso trabajando para la pos pandemia y explicó que hay que prepararse para ocuparse de “las enfermedades crónica, que es lo que se viene” porque «se dejaron de atender en la pandemia».

Insiste en la prevención porque “este es un ministerio de la salud y no de la enfermedad” y sin ocultar su apasionamiento habla de atención primaria, atención de la adolescencia, de salud sexual, género y violencia.

“Viviría en Viedma, me gusta mucho este lugar”, fue la respuesta sobre ¿Adonde se radicaría si dejara la función pública?.