Aborto legal: los cambios, y el rol de Weretilneck

El cambio en una sola palabra, presente en dos artículos del proyecto, logró sumar voluntades verdes para que el proyecto de aborto legal se convirtiera en ley en la madrugada de este miércoles en una nueva jornada histórica en el Senado de la Nación.

A poco del comienzo del debate, la senadora oficialista Norma Durango, titular de la Banca de la Mujer, anunció que se pediría al Poder Ejecutivo que modifique la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) al momento de su promulgación para relajar el término «salud integral».

El cambio se refiere a las causales legales para practicar un aborto después de la semana 14 de gestación, entre las cuales se encontraban la violación y el «riesgo para la salud integral» de la mujer, un término que fue criticado, entre otros, por el senador rionegrino Alberto Weretilneck, por considerarlo «muy amplio».

«Hemos promovido en consulta con el Poder Ejecutivo que al momento de la promulgación se observe parcialmente el proyecto, en caso de ser sancionado, a fin de dar prioridad al objetivo de mantener las causales de la interrupción legal del embarazo y quitar parcialmente la palabra integral», afirmó Durango.

En concreto, se eliminará la palabra «integral» donde se listan las causales ILE y se establece que «no será punible el aborto practicado con el consentimiento de la persona gestante si estuviera en riesgo la vida o la salud de la persona gestante». Al realizar el cambio al momento de la reglamentación, los verdes evitaron que la iniciativa tuviera que volver a la Cámara de Diputados para su ratificación.

El anuncio de esa modificación acercó el voto de Weretilneck, durante el debate en comisiones se había manifestado a favor de la legalización del aborto, pero había condicionado su voto a la posibilidad de hacerle cambios al proyecto, y también el del entrerriano del Frente de Todos, Edgardo Kueider, quien había suscripto en dictamen de mayoría con disidencias.

En las últimas semanas las senadoras oficialistas Anabel Fernández Sagasti y María de los Ángeles Sacnun encabezaron las negociaciones para asegurar los votos del sector «verde» que permitieran la sanción definitiva de la iniciativa. Finalmente, la negociación mostró sus frutos con el anuncio realizado por Durango.

En su discurso la senadora pampeana destacó que «este proyecto reivindica la maternidad como un derecho y no como una obligación» y remarcó que «la discusión no es aborto sí o aborto no, es aborto legal o aborto clandestino».

Compromiso

El exgobernador de Río Negro acordó con el Gobierno su apoyo a la ley con el compromiso de que, en la futura reglamentación, el Ejecutivo elimine la palabra “integral” del texto, y abrió el camino a la aprobación. En su discurso, explicó que “esto nos iba a generar una cantidad de actos judicializables que iban a transformar a las unidades de salud en objetores de conciencia. Y esto la transformaría en una ley inviable”. Remarcó que las otras modificaciones en la reglamentación lo llevaron a apoyar “convencido” el proyecto.

“Estamos debatiendo esta ley porque hay un cambio social”, reconoció Weretilneck y fue contundente al afirmar que “es inevitable que estemos discutiendo esto”, porque “en este país no hay una monarquía, hay una democracia que permite los cambios sociales”. “Dentro de cien años alguien va a leer los argumentos de senadores y senadoras y va a decir ‘mirá lo que se decía en ese momento’”, ironizó.

Contó que hace 16 años se hizo una vasectomía porque “mis tres hijos son mi proyecto de vida y no quería tener otros hijos”. Enumeró los avances legislativos en su provincia en materia de derechos reproductivos y las dificultades para garantizarlos por la resistencia de algunos sectores del sistema de salud.