«Tal vez surja algún tapado»

(ADN).- Alberto Weretilneck lanzó una frase que terminó con una carcajada para quitarle dramatismo a la definición del candidato de Juntos en las elecciones intermedias del año próximo, pero quizás encierre la clave de lo que se está debatiendo en los pliegues del oficialismo: «tal vez suja algún tapado, jaja».

Le preguntaron sobre quien sería su candidato, si tiene algún nombre en mente. Y contestó: «Bueno, a diferencia de otros partidos nacionales que parecen oxidarse, Juntos es la renovación de la política. Arabela es la primera mujer gobernadora, lo que se ajusta al contexto donde la mujer requiere un mayor protagonismo. Ella toma las decisiones, y me parece genial. Alejandro comanda la Legislatura, es igual que Arabela, otro joven formado en la escuela de dirigentes de Juntos. Y ni hablar de los legisladores, que muchos de ellos haciendo sus primeras armas en el mundo político, son la renovación. Pero ya llegará el momento de hablar de candidatos. Tal vez surja un tapado, ¡ja!»

La respuesta está plagada de definiciones y cada párrafo merece un análisis. Pero adquiere relevancia el final. Juntos Somos Río Negro requiere una estrategia potente y candidatos que la expresen, de modo de relegar al macrismo y colarse (a diferencia de 2017) en la polarización nacional, y así conseguir un escaño más en el Congreso.

El ex Gobernador concedió un reportaje al «periódico boutique» (como lo define su tapa) La Boca de El Cóndor, donde habló de candidaturas, de su tránsito al Senado y su nuevo rol, de la pandemia y la pérdida del contacto con la gente, la comunicación gubernamental, los Soria, la ruta 23, y su mote de «Brujo».

El Senado y los abrazos

-«Desde que llegué al Senado las cosas cambiaron bastante. Me sentía cómodo con eso de pasar la mitad de la semana trabajando con el gabinete en Casa de Gobierno o en la residencia de los gobernadores recibiendo a muchísima gente en el despacho, y la otra mitad del tiempo o más en la ruta visitando parajes alejados, conociendo de cerca la realidad de los rionegrinos. Eran días de mucho mate, porque el café lo fui dejando, y lo dejé porque tomaba un litro por día. Entonces iba de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, del asfalto al ripio, del mar a la cordillera. Extraño esa cercanía con la gente, el apretón de manos de campo, los niños. El abrazo es lo que más extraño. Nunca pensé que fuera tan difícil vivir sin el contacto físico; es todo un aprendizaje, porque yo quiero abrazarlos. Desde diciembre a marzo estuve casi todas las semanas en Buenos Aires, en el Congreso. Cuando todo esto del coronavirus estalló y se dieron las sesiones remotas por la cuarentena, volví a mi casa de Cipolletti y viajo a Viedma para poder estar con mis hijos. Digamos que reparto mis días entre sesiones virtuales en Cipolletti y Viedma».

Gestión y la ruta 23

-«Es un deseo y un fuerte reclamo, es una gran necesidad. La finalización de la Ruta 23 es un tema que venimos escuchando desde hace veinte años, pero pasan los gobiernos y sean del signo político que sean, la ruta no se termina de asfaltar. La 23 es vital para el desarrollo productivo y turístico, y finalizarla sería para nosotros una revolución comparable a la llegada del ferrocarril. Honestamente, analizando el presupuesto 2021, veo muy difícil que avancemos fuertemente. Fue uno de mis primeros planteos cuando llegué al Senado donde presenté proyectos por la 23 y la 22. Después volvimos a insistir. Ojalá cumpla su promesa el gobierno nacional».

El «Gringo», Martín, María Emilia y los (no) parecidos

-«La verdad es que son dos personalidades totalmente diferentes. Supongo que los dos tienen algo, pero en realidad se parecen muy poco. El Gringo era otra cosa. Fue un gran amigo. Hoy no tengo relación con ellos porque la dañaron totalmente. Fueron años de mucho agravio de su parte, creo que cruzaron un límite que no tiene retorno».

La elección de los rionegrinos

-«Los rionegrinos eligieron seguir creciendo. Eligieron el diálogo y el respeto por sobre todas las cosas, y un proyecto, una idea, un camino. Si algo caracteriza a Juntos Somos Río Negro es la defensa de los intereses de las rionegrinas y rionegrinos vivan donde vivan, sin distinción partidaria ni de ciudades más importantes que otras. Son nuestros valores, nos sentimos cómodos con estas ideas. Y la gente lo entendió así, por eso ganó Arabela y el proyecto. Las dos cosas».

La comunicación gubernamental y las elecciones

-«¡Uy!, falta muchísimo para las elecciones. Hablar de eso ahora es como fuera de contexto, porque estamos en plena pandemia buscando soluciones a un problema que afecta al mundo entero, y Río Negro no es la excepción. Pero no voy a ser necio y negar que estamos por iniciar un proceso interno para comenzar a debatir dentro del partido los pasos a seguir con miras a las elecciones intermedias. Sería muy importante sumar otro diputado nacional que acompañe a Luis Di Giacomo en la Cámara baja del Congreso. Respecto a la comunicación del gobierno provincial, veo avisos por todos lados. Tal vez la comunicación de crisis falló, pero tienen algún acierto como las conferencias de Mechi Ibero quien todos los días sale a poner la cara en los partes de salud. Esto da seriedad y transparencia, que es lo que la gente necesita».

La idea de volver al Gobierno

-«Para nada. Hoy tengo la cabeza en el Senado, en presentar los mejores proyectos posibles para ayudar a la provincia, para gestionar cuestiones nacionales de los municipios sin distinción partidaria. Dijimos que íbamos a Buenos Aires a defender desde allá los intereses de los rionegrinos, y en eso trabajamos. Tenemos que estar más Juntos que nunca».

El «Brujo»

-«Eso viene de la época del municipio de Cipolletti. Pocos saben que comencé mi carrera política como responsable de prensa. Con pocas herramientas me las arreglaba para mandar los despachos y partes de prensa que escribía en la Olivetti. Ahora uso twitter, jajaja… En esos tiempos las discusiones internas eran bravísimas. Ponerse de acuerdo era bastante complejo porque éramos muy temperamentales producto de la juventud. La cosa es que en uno de esos días estábamos peleando y discutiendo cómo resolver un problema y se me ocurrió una alternativa, se me encendió la lamparita y les tiré una idea que sirvió para poder cerrar el asunto y dar vuelta de página al tema. Entonces uno me dijo ‘ves que sos un brujo, siempre tenés una solución para todo’. Así me quedó lo de brujo al estilo Juan Sebastián Verón».