La reforma se coló en la política rionegrina. ADN

Esta semana el Senado dio dictamen positivo al proyecto de reforma judicial que impulsa la Casa Rosada. Fue una respuesta política a las protestas que se generaron en diferentes puntos del país, impulsadas por el PRO y los sectores anticuarentena y libertarios. Cuando la iniciativa llegue al recinto tendrá el respaldo de los tres senadores rionegrinos. No será así en Diputados.

La iniciativa del presidente Alberto Fernández generó un fuerte debate. Nadie cuestiona la necesidad de aggiornar el Poder Judicial, especialmente el fuero federal, pero quienes se oponen alegan que el kirchnerismo busca impunidad. Esa grieta llegó a Río Negro -por ahora de forme incipiente- y se irá profundizando con el paso del tiempo.

Los representantes del Frente de Todos (Martín Doñate, Silvina García Larraburu, Martín Soria, Ayelén Spósito y Graciela Landriscini) acompañarán. Los de Juntos Somos Río Negro (Alberto Weretilneck y Luis Di Diácomo) también. En cambio, la radical Lorena Matzen avisó: «no cuenten conmigo».

El proyecto de reforma es extenso y está cargado de tecnicismos, su abordaje no es sencillo para el ciudadano de a pié, y cualquier intento de reduccionismo no le haría justicia. Por lo tanto, es muy complejo arribar a una respuesta binaria: «es bueno»; «es malo». Tampoco puede explicarse en un zócalo televisivo o en un título de un diario. Pero la política -especialmente la oposición- trabaja en la instalación de slogans negativos para que se repitan como mantras y deslegitimen el proceso.

Dos casos concretos: «impunidad». Si la reforma se aprobara, no podría se aplicada con retroactividad. «Ampliación de la Corte». En ningún punto de la iniciativa figura un articulado para nombrar más miembros en el Máximo Tribunal.

Una de las innovaciones que plantea son los exámenes anónimos para jueces en el fuero federal, de modo de quitar la incidencia de la «política» (como la servilleta de Corach) en la designación de funcionarios y magistrados. Otro punto es avanzar en el sistema acusatorio -como tiene Río Negro- donde la instrucción esté a cargo de los fiscales. También, propone crear juzgados federales en todo el país para romper con el centroporteñismo de Comodoro Py.

Ni bien el Jefe de Estado presentó el proyecto en público a fines de julio, Weretilneck salió a respaldarlo en sus redes sociales, ponderando los nuevos juzgados para combatir el narcotráfico y el contrabando en la provincia. En estos días, Di Giácomo, planteó que lo están estudiando pero valoró ciertos aspectos. Incluso, al ser consultado en una radio del Valle por la cláusula que obliga a los jueces a denunciar presiones mediáticas, dijo: «el poder mediático existe». Pero aclaró que no está a favor de los recortes de la libertad de expresión.

La famosa cláusula -que introdujo Oscar Parrilli- tuvo adeptos y detractores. Unos aseguraron que se busca brindarle más herramientas de independencia y libertad a los magistrados; y otros que atenta contra la libertad de prensa.

El senador Martín Doñate cuantificó los beneficios para Río Negro: se crean tres juzgados federales de primera instancia en lo penal (Bariloche, Roca y Viedma); Tres secretarías penales en las mismas ciudades; Dos defensorías públicas oficiales (Bariloche y Roca); y cuatro fiscalías federales (Viedma, Bariloche y dos en Roca).

Pero Lorena Matzen advirtió que el proyecto tiene vicios que convierten a la reforma e ilegítima y extemporánea. Así, Juntos por el Cambio sentó su posición. Y fue central en el armado de las protestas del lunes 17. Uno de los referentes fue el legislador Juan Martín que movilizó en Roca, y criticó: «no sólo quieren la reforma para que Cristina quede impune, también buscan apretar periodistas».

Las posiciones de los representantes rionegrinos en el Congreso tendrá su correlato en la provincia. Hay legisladores de todos los espacios preparando proyectos de comunicación en favor y en contra de la reforma.

Pero también habrá una expresión judicial. Integrantes de ese Poder tienen opinión (según supo esta agencia y que por ahora no serán públicas), al igual que los Colegios de Abogados y las organizaciones de magistrados.

La reforma, que ya ingresó de lleno a la grieta, será junto a otros debates el aperitivo de las elecciones de medio término del año próximo, donde se renuevan dos bancas en la Cámara de Diputados. El FdT y JxC querrán replicar el escenario nacional en la provincia para dejar sin discurso y fuera de juego a JSRN, que dará pelea por uno de los escaños en disputa.