El FdT pide asistir a la ganadería en la Región Sur

(ADN).- Legisladores del Frente de Todos pidieron al Gobierno provincial asistencia para el repoblamiento ovino y caprino en la Región Sur, una de las zonas más afectadas por las condiciones climáticas generadas por la fuerte nevada.

Lo hicieron a través de un proyecto que ingresaron en el Parlamento.

Según indicaron María Eugenia Martini, Alejandro Marinao y Alejo Ramos Mejía, la mortandad de ganado en la zona alcanza al 70%. Programas para la provisión de animales y forrajes ya tienen precedentes en la provincia.

“Contribuir al repoblamiento ganadero en la zona Sur rionegrina significa, además de promover el arraigo de las familias campesinas y fortalecer la actividad económica central de la región, recomponer para los pequeños productores y comunidades originarias el único medio de subsistencia”, señaló Martini.

La iniciativa destaca la intención de “sumar herramientas constructivas y aportar soluciones a la angustiante situación que viven los pobladores de la Región”, y circunscribe las zonas más afectadas “en los Departamentos de Ñorquinco, Pilcaniyeu y 25 de Mayo”.

De este modo, los legisladores requieren al Ejecutivo provincial “que se realice un amplio diagnóstico y se implemente un Plan de Recuperación y Repoblamiento ganadero integral que contemple los aspectos productivos, la asistencia técnica para el manejo, insumos e infraestructura y las condiciones de hábitat en la que se encuentran las comunidades originarias y las familias”, con un relevamiento previo y consulta a “las autoridades políticas del Pueblo Mapuche”, señala el texto.

En algunas zonas los fuertes temporales de nieve acumularon más de un metro de espesor, seguidas de registros térmicos por debajo de los -20 grados.

Esta circunstancia vedó además el tránsito por rutas y caminos internos, dificultando la asistencia a distintos parajes y la población rural dispersa.

En este sentido, el proyecto destaca que “el aporte de animales que se haga a cada unidad productiva tiene que estar relacionado no sólo a las pérdidas sufridas, sino también vinculado a lo que las comunidades originarias y las familias necesitan para subsistir”.

“Si la ganancia de la familia no está acorde”, señalan los legisladores, “las personas que están en condiciones de trabajar se vuelcan a hacerlo de manera asalariada (formal o informalmente) dejando los campos, acentuando la fragilidad demográfica, la masculinización y el envejecimiento de la población rural”.

Recuerdan además que el gobierno ya reconoció la situación de precariedad social y productiva en el sur de la provincia mediante la “Declaración de Emergencia y desastre Agropecuario dictada a través del Decreto 742”.

Sin embargo, “las comunidades del Pueblo Mapuche”, advierten, “han hecho escuchar también sus voces ante la inoperancia estatal evidenciada en muchos casos”.

En sus fundamentos el proyecto también alude a las precarias condiciones de vida que sufren los pobladores. Los escasos ingresos no les permiten hacer refacciones y provoca el deterioro de las viviendas, describe, exponiendo a las familias al rigor climático.

“La Provincia de Río Negro está atravesando una catástrofe”, define.

Como resultado, “cada vez que los productores venden su zafra, destinan gran parte de ese ingreso a la compra de leña, el volumen de madera que se necesita para calefaccionar excede exponencialmente a lo que se entrega a través del Plan Calor”. No obstante, “la vivienda, que es parte de la unidad productiva rural, no es un tema que esté en la agenda de las políticas públicas actuales ni pasadas”.

“Entendemos que el gobierno debe intervenir en forma inmediata antes de que la situación se agrave. Con la aparición de los primeros casos positivos de Covid en la región sur, nadie puede prever que el virus no vaya a alcanzar aún a los pobladores más aislados de los centros urbanos”, expresó María Eugenia Martini.

“Necesitamos”, dijo, “que se acuda a reponer animales, forrajes e infraestructura productiva, y muy principalmente, atender a las condiciones de las viviendas y comunicaciones de las comunidades más alejadas”.

La legisladora reconoció que “sabemos que en este contexto de crisis la demanda es enorme”, pero advirtió que “hay que actuar a tiempo si no queremos poner en riesgo la próxima zafra, y con esto las posibilidades de subsistencia de nuestras comunidades productivas”.