Convivir con el virus. ADN

Arabela Carreras alentó a los rioneginos a internalizar una nueva normalidad que comprende, hasta que no exista una vacuna contra el Covid, la convivencia con el virus. La idea se forjó a partir de la experiencia de países que superaron el pico pero no los contagios, un convencimiento que también expresan otros mandatarios y el Presidente de la Nación.

Bajo esa idea la Gobernadora recorre la provincia. Primero fue para firmar los convenios con los municipios por el crédito que llegó de Nación y se coparticipará. Después, para ponerse al frente de los trabajos del Estado en materia de ayuda a las regiones Sur y Andina producto de la fuerte nevada (no hay registro igual desde 1984) que cayó sobre la mitad del territorio provincial.

La recorrida incluyó una visita a Sierra Grande junto al ministro de Ambiente, Juan Cabandié, donde se anunció la creación de un Parque Nacional en Islote Lobos.

Carreras se concentra en la gestión: habilitó la paritaria docente, se reunió con Ministros de Alberto Fernández para plantear los ejes de la recuperación económica, milita la emergencia turística, sigue con atención la situación sanitaria, y diseña un programa alimentario y de producción de materias primas con valor agregado. Está convencida que gobernar implica una planificación. En una reciente entrevista con Perfil, contó que trabaja con los gobernadores y el Presidente en ese sentido: «si dejamos que el coronavirus solo rediseñe nuestro país nos vamos a encontrar con la misma nación injusta. Tendrá algunos cambios, pero no el resultado que esperamos. Tiene que haber proyecto, convicción, decisiones, consensos para poder llegar a una redistribución de la población y también de la riqueza», dijo.

La Gobernadora se siete cómoda en la macropolítica y evita las rencillas con propios y ajenos, aunque no las desconoce y tiene opinión sobre cada acontecimiento. La tuvo la semana pasada cuando el intendente de Viedma planteó un hábeas corpus en la justicia federal para que no ingresen a la ciudad presos provenientes de la capital federal con Covid. Sin embargo, cree que a los conflictos hay que dejarlos que se desarrollen porque sino pueden explotar de modos impredecibles.

Igual, aquel episodio tuvo consecuencias. Dos funcionarios fueron apartados de sus cargos por omitir información en su ingreso a la capital provincial. Una señal de comportamiento para el Gabinete. A su regreso a Viedma se sometió a un test que le dio negativo. Entiende el recelo del Intendente en el cuidado de la ciudad, pero pide no sobreactuar.

Evidentemente el Covid se ha transformado también en actor político.

Esta semana, parte del bloque del Frente de Todos pidió la renuncia del ministro de Salud, Fabián Zgaib. «No lo estamos considerando» dijo Carreras y dio vuelta la página.

Carreras impuso una revisión de la circulación en el departamento de Roca y en Bariloche, donde los contagios aumentan día a día. Las medidas fueron evaluadas con los intendentes María Emilia Soria y Gustavo Gennuso, y buscan aplanar la curva. Pero surgió el pedido a la comunidad para que evite las reuniones sociales que, según el mapa epidemiológico, son las causas de la propagación del virus.

La situación no es fácil. «Existe una fuerte presión sobre el sistema de salud”, admitió la Gobernadora. A los pacientes de coronavirus se suman las patologías típicas de la estación invernal, accidentes de tránsito y delitos contra las personas que insumen espacios en las terapias intensivas. Si bien no hay colapso y el sistema se está ampliando, está al límite. Además, el personal de salud está agotado porque desde que comenzó la emergencia no tiene descanso.

Administrar la nueva normalidad supone abrir y cerrar actividades de acuerdo al comportamiento de la pandemia. Pero no se logrará sólo con las medidas gubernamentales. Las conductas individuales y colectivas son claves. «No es lógico ni conveniente vivir en un estado policíaco» dijo Carreras, y advirtió que «el virus sigue circulando» por lo que conminó a los rionegrinos a tomar conciencia para preservar la salud y la economía que, en la provincia, la actividad supera el 70%. Ello ya se nota en la recaudación que tuvo un repunte leve.

Pero si los casos no bajan y el recurso humano y técnico del sistema de salud corrieran riesgo de colapsar, las medidas podrían ser más drásticas como volver a fases de mayor cierre, con el impacto social y económico que ello tiene.