Sin pilas

El hombre volvió a Viedma y tuvo que hacer el aislamiento preventivo. Al ingresar, la policía lo acompañó a su domicilio. 10 días después, no había recibido llamado ni visita alguna para seguir su estado. Casi al finalizar su cuarentena, una agente se comunicó y el dijo que «aparecía en un listado» y que pasaría por su casa: «tiene termómetro señor, le preguntó». «No, respondió él». «No se preocupe, yo llevo». Cuando la oficial llegó a la casa no pudo tomarle la temperatura porque no tenía pilas el aparato.