Los otros temas de agenda, más allá del COVID-19

La pandemia de coronavirus obligó a postergar la agenda parlamentaria que tenía en mente el Gobierno nacional a partir del 1° de marzo. Pero el presidente Alberto Fernández volvió a dar pistas sobre la posibilidad de reactivar algunos temas que quedaron en el tintero.

El Consejo Económico y Social fue uno de los asuntos que estaba previsto tratar en sesiones extraordinarias, se postergó para marzo por falta de acuerdo y finalmente nunca se trató pero el mandatario pretende que se vuelva a poner el foco allí. También habló de la reforma judicial, un tema caliente que enfrenta a ambos poderes y la posibilidad de volver a debatir la interrupción voluntaria del embarazo. 

«Voy a mandar todos los proyectos que tengo; están listos y terminados para ser elevados; si el Congreso puede funcionar y tratarlos bienvenido sea», manifestó ayer Fernández en una entrevista. Sin embargo, en el Congreso todavía no ven viable el tratamiento a corto plazo de ninguno de esos temas y creen que se recién se podrían empezar a discutir después de la cuarentena, es decir que quedarían para la segunda mitad del 2020. 

«Hoy no es viable avanzar con cualquiera de esos temas», admitió a PERFIL una diputada del Frente de Todos que consideró que la prioridad es el tratamiento de beneficios económicos para los sectores afectados por el aislamiento, como el proyecto para la exención de Ganancias para los trabajadores declarados como esenciales. 

El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, también le bajó el tono al avance del proyecto para instaurar el Impuesto a la Riqueza que se motorizó desde el kirchnerismo para solventar los gastos de la cuarentena. «Ni siquiera está el texto presentado, es parte de una discusión más profunda», indicó el tigrense, con lo que pateó para adelante el ingreso a Diputados del texto. Desde su entorno, quitaron responsabilidad sobre la decisión de cuándo ingresarán los proyectos alentados por Alberto Fernández y aclararon que «depende del Poder Ejecutivo». 

Con respecto a la reforma judicial, la diputada Paula Oliveto sostuvo: «No creo que lo hagan ahora pero todo es posible. La sociedad tiende a estar anestesiada. Pero espero que tengan criterio y no dividan al país en un momento en el que tenemos que estar juntos porque la crisis es terrible», indicó a PERFIL. 

El Presidente explicó que su proyecto de reforma «trata de ordenar el sistema, terminar con esos espacios cerrados que le permitían a pocas personas manejar un poder enorme. También revisar el funcionamiento de la Corte Suprema. Yo pienso que no debería aumentarse (el número de integrantes del máximo tribunal), pero quiero escuchar a gente experta», dijo.

«La Ley de Organización Judicial, la Ley de Recurso Extraordinario, que ha demostrado debilidades según mi impresión, el Consejo de la Magistratura, hay que revisar cómo funciona. Quiero que todo eso entre en un proceso de análisis. Quiero que lo analicen expertos, yo creo humildemente saber algo, así que voy a opinar», indicó el Presidente que es docente en la carrera de Abogacía. El sistema de sesiones virtuales que se implementará a partir de mañana en ambas cámaras está pensado para tener una duración máxima de entre 4 y 6 horas, para garantizar el correcto funcionamiento del soporte tecnológico. Es decir que no podría discutirse un asunto que lleve mucho más de ese límite, y tanto la reforma judicial como el aborto no son de las iniciativas con más consenso casualmente.

La iniciativa para la interrupción legal del embarazo tiene otro ingrediente que es la gran capacidad de movilización de ambos sectores enfrentados, que hoy no tendrían esa posibilidad de expresarse debido a las restricciones y el confinamiento. En principio, en el Congreso apuestan a abrir la discusión en las comisiones con la modalidad virtual para que se pueda tratar en el recinto una vez que vuelva la normalidad después de la pandemia.

El diputado radical Alvaro de Lamadrid mostró otra visión y consideró que el Ejecutivo apurará el paso para sancionar los proyectos. «Si no quisieran eso, no habría sesiones virtuales, las quieren para eso, para sacar leyes difíciles en un marco, contexto y formato virtual que neutraliza a la oposición, la invisibiliza y les acota el costo político de la sanción de esas leyes», dijo.