La Anónima cerró el balance con $800 millones de pérdida

La Anónima cerró el peor balance en su historia, con pérdidas superiores a los $800 millones. La empresa comandada por Federico Braun, familiar directo del exjefe de Gabinete, Marcos Peña, sufrió en carne propia la caída del consumo y la falta de financiación durante los cuatro años de la gestión Macri. No solo frenó la apertura de nuevos locales sino que también volvió a anotar pérdidas por segunda vez en su historia, después de la crisis de 2001/2002., según publicó ámbito.com

Sin embargo, según se desprende de su balance parcial por el período de seis meses cerrado en diciembre pasado, ahora sobrevolarían mejores perspectivas, según la memoria de la nota enviada a la CNV: “Respecto del futuro continuamos siendo optimistas, dado que ya comenzamos a visualizar una mejora moderada en el consumo, y porque el Gobierno ha iniciado la aplicación de algunas políticas en pos de incentivar el consumo interno, además de continuar trabajando para lograr la normalización de los mercados y luchando contra la evasión impositiva”, destacó.

Desde junio a diciembre del año pasado La Anónima facturó poco más de $41.800 millones, lo que representa un crecimiento de apenas el 2% contra el mismo período de 2018 cuando había concretado ventas por alrededor de $40.900 millones. Lo cierto es que teniendo en cuenta que la inflación interanual fue de más del 50% la firma estuvo lejos de mejorar su performance. Además, en un párrafo detalla que este crecimiento se explica básicamente por su negocio exportador, es decir la industria frigorífica.

Actualmente La Anónima está exportando carne vacuna, principalmente a China. También fue uno de los principales beneficiados en el reparto de la codiciada Cuota Hilton distribuida por la gestión anterior. Incluso durante su último ejercicio anual, este segmento fue el único que le dio buenas noticias con ingresos totales que ascendieron a poco más de $6.398 millones, mostrando un crecimiento interanual del 54%.

No obstante el grueso del negocio de La Anónima proviene del sector supermercadista donde tiene más de 160 sucursales distribuidas en 83 ciudades de la Argentina. Justamente este segmento presenta un débil desempeño.

En octubre del año pasado la calificadora de riesgo Fix confirmó su calificación para la firma como “negativa” y en ese momento alertaba: “El comercio minorista, principal negocio de la empresa, se encuentra altamente afectado por la caída del PBI, el deterioro del salario real, y el aumento de costos vinculados a índices de inflación que alcanzarían 50% en 2019. La estrategia y modelo de negocio le han permitido a la firma mantenerse en cuarto lugar a nivel nacional y su liderazgo en la Patagonia en un ambiente altamente competitivo. A junio 2019, 88% de las ventas totales se originaron en el comercio minorista, 20% de las cuales se concentraron en Neuquén. Aun así, los márgenes operacionales son negativos y no se espera en el corto plazo una rápida recomposición”.

En este marco, La Anónima también esboza en su memoria y balance un plan de negocios cauto. Sostiene que se “continuará manteniendo un nivel de endeudamiento bajo, y revisando constantemente la estructura de gastos a efectos de mejorar su rentabilidad”.