IPROSS: más fondos o «redefinición» del sistema

(ADN).- “Hay que mejorar las fuentes genuinas de financiamiento -sobre todo para enfermedades de alto costo-, o buscamos la transparencia del proceso con la digitalización y una nueva visión prestacional”. Esas son las dos alternativas que el flamante presidente del IPROSS, Alejandro Marenco, encuentra para mejorar la obra social provincial.

Marenco deberá pagar una deuda de una 1.000 millones de pesos, un 20% del presupuesto que tiene para funcionar en 2020.

El titular del IPROSS aseguró -al diario Río Negro- que los aportes no remunerativos (aumentos en negro) que reciben los trabajadores públicos, complican los ingresos del organismo ya que ello no reporta incremento en el descuento. Además, apuntó a los tratamientos de «varias enfermedades que no cuenta con sostén genuino por patologías de baja incidencia y de alto costo como las congénitas o degenerativas».

Hace años que los gremios (especialmente UPCN, UnTER y SITRAJUR) vienen alertando sobre el desfinanciamiento de la obra social por la falta de aportes producto de los aumentos no remunerativos. Además, puntualizan en que los fondos (como no ingresan a la obra social directamente), son utilizados por Economía para equilibrar cuentas fiscales o redistribuirlos a otros organismos. Incluso, denunciaron que «financian» la política y campañas.

Las declaraciones de Marenco llegan en medio del debate sobre la redefinición del IPROSS. El nuevo jefe del organismo planteó como un opción «una nueva visión prestacional”. Eso podría determinar el cese de atención a ciertas patalogías: Por caso, un medicamento para un paciente en riesgo de vida le cuesta $ 4 millones mensuales, recientemente tuvieron que reponer a un afiliado una silla averiada con bebida cola por $ 1,9 millones, y cómo la discapacidad tiene atención plena, otro paciente exigió 400 pañales mensuales mediante la Justicia barilochense, planteó en su informe el diario a partir de una nota a Marenco.

O un cambio en la concepción de obra social solidaria: “los aportes son menos de lo pensado”. Hay personas que “con $ 60 o 70 pesos mensuales, con tres o cuatro horas cátedra, tiene acceso a la obra social para toda su familia, y atendemos gente desde que nacen hasta que mueren porque tenemos jubilados”, señaló el presidente del IPROSS.

La mayor parte de la deuda, aseguraron desde el organismo, es con los proveedores. Representa el 20% del presupuesto 2020 que es de 4.500 millones de pesos.

“Hay quienes creen que la obra social no tiene techo”, dijo Marenco y con la finalización del presupuesto anual, si bien no hay cortes, “trabajamos al borde del riesgo” sobre todo con farmacias, y “cuesta conseguir prótesis de alta gama”. Y concluyó en que el país está viviendo una crisis económica “sin precedentes, entonces tenemos que hacer un esfuerzo para buscar la racionalidad dentro del sistema”, por lo tanto “hay que mejorar las fuentes genuinas de financiamiento -sobre todo para enfermedades de alto costo- o buscamos la transparencia del proceso con la digitalización y una nueva visión prestacional”.