Pigna: «Hay que terminar con esa falacia de los 70 años»

(ADN).- «Faltó acción en el núcleo duro de la pobreza con políticas de estado más potentes. No hay que caer en esto de que le mejoramos la vida a tanta gente y después votaron en contra, porque eso es una versión de la política muy fea».

La frase pertenece al historiador Felipe Pigna que planteó, en una entrevista con la agencia Paco Urondo, otra mirada sobre el pasado reciente del país y los gobiernos populares y liberales. La extensa charla abarcó una agenda variopinta como la educación y la divulgación científica.

Acá, el extracto del debate político:

¿Por qué gana o siempre está volviendo la derecha?

Es muy difícil contestar esa pregunta pero hay algunos indicios. Yo creo que se han cometido errores de apreciación, de construcción de alianzas que llevaron a que los doce años que tuvieron mucho de virtuosos también tuvieran mucho de errores. Como no entender quiénes son aliados con los que no te podés pelear, como por ejemplo el movimiento obrero. Veo una fractura del movimiento progresista con el movimiento obrero. Sobre todo si vas a empezar disputas con sectores muy poderosos. Ese fue un error muy grave y que debilitó mucho. Sí sirvió mucho para abrir grietas, frentes, discusiones, innecesarias para mí.

Por otro lado, ellos elaboraron un discurso que tenía su atractivo fundado en el engaño “Vamos a mantener lo que está bien y vamos a cambiar lo que está mal”. Eso al votante indeciso quizás lo pudo haber cautivado. Indeciso y poco informado, quiero decir, porque este hombre había gobernado durante 8 años la Capital. No era un completo desconocido ni era un outsider de la política, que también eso es un error de interpretación. El tipo venia de 8 años ejerciendo política que te puede gustar o no, pero es política.

Entonces, también estuvo la subestimación, cierta soberbia. La subestimación es muy típica de cierto pensamiento progresista. Errores que no hay que cometer nunca más, porque le das una ventaja importante a un discurso muy bien elaborado con técnicas internacionales como por ejemplo Cambridge Analytic. Esta empresa hizo lo mismo en un montón de países.

En qué punto está el odio y cómo hacer para exacerbarlo. Y este es un trabajo muy fácil porque el odio, lamentablemente es un sentimiento humano muy fácil de adquirir, es irracional, fascista, no es racional. No podés argumentar frente al odio. El tipo que odia no le importa nada. Estas cosas para mí explican un poco la pregunta.

Veo errores también de prácticas, esto lo digo con la intención de mejorar, como no haber atacado profundamente el núcleo de la pobreza. Faltó acción en el núcleo duro de la pobreza con políticas de estado más potentes. No hay que caer en esto de que le mejoramos la vida a tanta gente y después votaron en contra, porque eso es una versión de la política muy fea, como si fuera un chantaje.

Es hasta psicópata también.

Si, muy psicópata. Cuando le mejorás y cambiás la vida a alguien y la hacés cambiar de sector social, muy probablemente esa persona que la pasó muy mal repudie esa situación de pobreza y quizá entienda que una forma de salir de la pobreza es irse con los no pobres.

Es una posibilidad que pasó en Brasil, paso acá. Es bastante común que pase. Pero para eso tenés que tener vos políticas de contención y de reafirmación de lo que hiciste, no necesariamente por el lado de la propaganda, sino de la pertenencia, por incluir, por el lado de la dignidad.

Que el plan trabajar sea trabajar por un salario digno. Para mí, el Plan Trabajar sin profundizarlo dignamente son cosas que se hicieron mal y que este gobierno las empeoro notablemente. El gobierno de Macri amplio los planes sociales de una manera escandalosa. Los choriplaneros, como dicen ellos, los incrementaron mucho más en este periodo que en el anterior. Si uno ve las estadísticas, hay un muy buen trabajo de Ismael Bermúdez en este sentido. Porque a ellos les conviene que la gente no trabaje, la denigran con salarios que no alcanzan para nada.

Mucha gente ignora este concepto de que la pobreza es un negocio.

Por supuesto que es un negocio. Y fue un negocio para la política, lamentablemente de todos los partidos durante mucho tiempo y probablemente lo siga siendo. Una forma de darle dignidad a la gente es el trabajo. Que vos recibas dinero, pero por trabajar, por un salario digno.

Me quedó resonando esto: cuando hablás de movimiento obrero ¿lo hacés desde Perón en adelante?, porque antes no sé si era considerado así.

La historia del movimiento obrero en Argentina es muy potente. Un movimiento que arranca muy tempranamente en 1890 y tiene una historia pre-peronista muy importante. Lo que pasa que, por supuesto, con Perón eso se convierte en poder. El movimiento obrero accede al poder. Hay diputados peronistas. Hay un Ministerio de Trabajo muy potente y muy activo. Hay tribunales laborales, todo eso que no estaba antes.

Pero el movimiento obrero como elemento de asociación sindical, donde se obtienen logros de algunas leyes sociales importantes es previo a Perón, principalmente por el lado del anarquismo, el socialismo y el comunismo incluso. Preexiste y tiene una historia anterior a Perón de unos 50 y pico de años, si lo situamos en torno a la década del 90.

¿Pudiste o podés identificar cuántas veces el Estado cometió el error de romper el pacto con el movimiento obrero, perjudicando la política nacional?

Hubo pocos Estados que pactaron con el movimiento obrero, porque obviamente esto de los 70 años de peronismo es un verso total. El peronismo existe hace más de 70 años pero el peronismo no fue gobierno en esos 70 años y aún durante gobiernos que se decían peronistas, hubo políticas completamente contrarias.

Según lo que dicen ellos, porque ellos hablan de un modelo socioeconómico cuando dicen 70 años de peronismo. Los 10 años de Menem, la política económica fue completamente neoliberal. De hecho el primer ministro de economía fue un hombre de Bunge y Born y después vino Cavallo, entonces no podes sumarlo como parte de eso. Después tenés un montón de años de liberalismo: la Libertadora, Frondizi un año de desarrollismo y después vino directamente Alsogaray, todavía con Guido.

Hay una pausa con el modelo económico de Illia, que es más industrialista, pero después vino Onganía que son 8 años. Más tarde te viene el gobierno peronista del 73, pero de los cuales son solamente dos años donde hay un modelo con Perón vivo, más inclusivo y más de la base peronista pero enseguida vino Rodrigo, que aplica políticas del Fondo Monetario y después toda la dictadura.

Después tenés a Alfonsín. Pero Alfonsín tiene un año de Grinspun y después viene Juan Vital Sourrouille, con una política mucho más cercana al modelo neoliberal y tiempo más adelante tenés los 10 años de Menem.

Un breve resumen de la historia de la derecha argentina (risas).

Pero claro, entonces ¿de qué estamos hablando cuando decimos 70 años de peronismo? Ahí tenes lo que te decía antes: te obligan a hablar de eso. Como ya es un hecho cierto hablamos de algo que es mentira. ¿Cómo vamos a hablar de una mentira? … te lo demuestro matemática e históricamente que es mentira.

Con mucha generosidad de esos 70 años de peronismo podemos hablar de 15 años, más o menos. Porque incluso el último año de Perón, el 55 es un año donde Perón hace cosas que no tienen nada que ver con el modelo peronista clásico, por ejemplo los contratos de petróleo con empresas norteamericanas a las que le da una libertad muy antiperonista. Por eso hay tanto despelote en el 55 con las propias figuras del peronismo como Scalabrini o Jaureche, que se van, o sea que ahí tendrías que descontar ese año, el 55. Y tenés que descontarlo entero, porque después en septiembre viene la Libertadora que lo primero que hacen es ingresar al Fondo Monetario. Hay que terminar con esa falacia de los 70 años de peronismo. Mentira total.