A por todo. ADN

El oficialismo está en racha y quiere cerrar el año con otro triunfo electoral. Por eso se concentra en una minuciosa campaña de corte de boleta. El punto de partida son las PASO y, según evalúan, pueden ganarle al tramo de diputados y senadores del Frente de Todos.

Pero la tarea no es sencilla. Es titánica. Juntos requiere cosechar la mayor parte de los casi 100 mil votos entre blancos y nulos de agosto.

Si algo faltaba para que el gobernador y candidato a senador tomara coraje, fue el triunfo de Pedro Pesatti en Viedma, una elección emblemática por ser la capital provincial y certificar la «ola verde». Ahora cree que es posible una victoria en octubre. Alberto Weretilneck tiene -además- un alto conocimiento y una importante intención de voto, motivos que no fueron suficientes para ganar las Primarias. Por eso, el trabajo militante es explicar a través de los medios y «casa por casa» cómo votar con la boleta corta que encabeza.

El gobierno todo y el oficialismo están abocados a ello. No hay acción que no se tome en función de la campaña.

¿Podrá lograrlo? El tiempo lo dirá. En el Frente de Todos consideran «imposible» la jugada electoral. Y para el desahuciado macrismo es un problema, ya que la estrategia oficialista los deja casi seguro afuera del Congreso.

El objetivo de Weretilneck es doble: mostrar fortaleza electoral partidaria y conservar una cuota de poder para evitar la transferencia total a la gobernadora electa Arabela Carreras. En los pasillos de la Casa de Gobierno niegan que al cipoleño se le desintegre la batuta. Indican que el nuevo Gabinete está integrado por gente suya, que logró entronar a su leal legislador Facundo López como futuro presidente del Bloque, y que es el líder de la construcción de Juntos. Cierto. Pero tanto como la historia política argentina en general y la rionegrina en particular. Sólo hay que ver el proceso del radicalismo.

Más allá del futuro, el presente tiene un dato: el próximo gobierno nacional de los Fernández tomó contacto con la gobernadora electa. También con el intendente electo de Viedma. Las relaciones institucionales con la Provincia y la Capital serán a través de ellos, sin intermediarios. Además, ambos son de extracción peronista lo que indica un cambio en la impronta del movimiento provincial, que hasta ahora venía lejos del PJ y el kirchnerismo.

Lo demás, estará centralizado. Los canales de comunicación del Grupo Callao en Río Negro serán a través del dirigente de Viedma Gustavo Casas (titular de Kausa Peronista), quien además lleva adelante los contactos con el Instituto Patria. El arquitecto tendrá la llave para llegar a los equipos de gobierno del Frente de Todos y será el guía de intendentes y dirigentes en los contactos nacionales.

Un integrante del Grupo Callao (ámbito político de funcionamiento de Alberto Fernández) estuvo en Viedma hace 15 días invitado por Casas, y ambos estuvieron en Las Grutas donde se reunieron con los candidatos a intendentes del Frente de Todos, que competirán el 27 de octubre en sus localidades.

Los representantes del albertismo ponen énfasis en tres ejes de trabajo futuro: generar fuentes de trabajo, la producción de alimentos y la generación de energía.

En este marco Casas convocó a profesionales y militantes peronistas con el propósito de generar proyectos y aportes para transmitir ante un nuevo gobierno de Alberto Fernández. En Viedma, esta semana, se realizó una de estas reuniones donde se definió elevar a los equipos del futuro gobierno nacional dos proyectos para la región vinculados a la producción primaria. Uno para ir completando el proyecto de regadío del IDEVI que en su proyecto original contemplaba 70 mil hectáreas y hoy sólo cuenta con 24 mil bajo riego, y el otro, se enviará al candidato a gobernador bonaerense Axel Kiciloff, para ejecutar el viejo proyecto de regadío Guardia Mitre-Patagones que comprende 400 mil hectáreas bajo riego.

Mientras tanto Weretilneck, como dicen los españoles «a por todo» o a casa.