Cannabis medicinal: «a todos nos cambió la vida un 100%»

(ADN).- La ONG CaMeRN brindará cursos de formación sobre Cannabis Medicinal en el hospital de Cipolletti desde el agosto. Su titular, Fernanda Canut, reclamó una legislación acorde a la necesidad de los usuarios, y pidió dejar de lado prejuicios. Y se quejó porque prevalecen intereses económicos a temas de salud pública.

Los cursos serán una vez al mes, de agosto a diciembre, y están orientados a médicos, médicos residentes, estudiantes avanzados de medicina, psicólogos y público general.

«Estamos en un proceso de cambio, que lleva tiempo, pero vamos a una construcción distinta y necesaria para nuestra sociedad», aseguró Canut en diálogo con FM El Rayo. «No es sencillo, todos tuvimos que cambiar la cabeza, especializarnos y capacitarnos. Tuvimos que cambiar el chip. Hay chicos que se reciben de médicos y aún creen que el cannabis es una droga dura y no una planta con propiedades curativas», agregó.

Canut, además de presidir la ONG, es madre de Giuliano que padece Cornelia de Lange -de los síndromes más raros en el mundo-, contó que probó «con todas las drogas y tratamientos posibles para poder calmar a la fiera (el niño golpeaba su cabeza contra espejos, por caso), hasta pensé en electroshock, y nada funcionó… pero el aceite de cannabis sí. A las dos horas tenía un nuevo hijo y fue evolucionando. Llevamos cuatro años consumiendo».

En el repaso de casos, Canut mencionó a Joaquín que vive en San Antonio y tiene síndrome de Tourette cuya familia emprendió una lucha judicial para poder tener liberado el autocultivo, y Nacho que vive en Patagones y padece autismo. «A todos les mejoró la calidad de vida», subrayó.

La titular de la ONG Cannabis Medicional Río Negro, planteó que debe haber un cambio de pensamiento, y aseguró que «los adultos mayores -que consumen- son lo que más rápido se quitaron sus prejuicios. Frente al dolor desaparecen los dilemas, son los primeros que se ponen a cultivar», aseveró.

«A todos nos cambió la vida un 100%, pacientes y familiares» dijo Canut, y aseguró que «hay patologías en las que se enferma todo el ámbito familiar».

Frente al absurdo que plantean los estados nacional y provincial que tienen leyes incompletas, indicó que «es ilegal pero nos cambia la vida a cientos de familias», por eso reclamó que «hay que ir por la transformación, por el cambio de leyes».

«Estamos esperando el cambio político que se viene (por el recambio institucional del 10 de diciembre en la provincia y el país) para que nos escuchen y den respuesta a nuestros reclamos, y podamos avanzar en leyes que permitan el autocultivo», adelantó.

Río Negro adhirió a la ley nacional de cannabis medicinal, pero no quiso avanzar en habilitar el autocultivo de marihuana para que cada familia pueda producir su aceite. Tampoco en generar una política de pública, siendo el estado quien administre la producción de las plantas, su procesamiento en el PROFARSE y la venta en farmacias.

La contradicción es brutal. El mismo gobierno que impuso la mayoría de su bloque (JSRN) en el Parlamento para bloquear cualquier intento de mejorar la ley nacional, le dio la personería jurídica a CaMeRN y presta las instalaciones del hospital público de Cipolletti para la jornadas de capacitación.

«Acá prevalecen los intereses económicos y no los cambios para mejorar la salud de la gente», denunció Canut. Y apuntó: «Macri y Bullrich ven al cannabis como un cultivo que puede generar dólares para el país, y no como una herramienta más del sistema de salud pública».

La declaración es porque en Argentina comenzaron a realizarse experiencias (Jujuy y San Justo) de plantaciones de marihuana con capitales extranjeros para exportar a países como EEUU y Canadá que tienen una fuerte industria canábica.

«Vamos a seguir con el autocultivo aunque sea ilegal» advirtió Canut, y contó que «son cada vez más los profesionales que se suman a la red nacional que hacen sus aportes para que el cannabis sea un medicamento más».