A buscar votos: el centro del país se vuelve protagonista

(por Leonardo García-Política Argentina). -Después de una fuerte demostración de fuerza en Santa Fe con Omar Perotti, Alberto Fernández pidió sumar los votos de «todos los que hoy dudan» y dejó en claro que «no importa de donde vengan» para seducir a los socialistas y radicales santafesinos que están descontentos con Macri. Situación similar acontece en Córdoba con los heridos de una elección provincial que no cicatriza.

Desde este domingo quedarán catorce días en el calendario para que todos los argentinos tengan que acudir a las urnas para elegir candidatos a presidente en una Primaria Abierta Simultánea y Obligatoria que en esta ocasión actuará como un gran relevamiento real de cara a las elecciones generales del mes de octubre donde oficialismo y oposición sueñan con consagrarse, evitando el ballotage.

La última semana dejó en claro que hay dos batallas preponderantes: la provincia de Buenos Aires donde el Frente de Todos tiene una ventaja mínima a través de Axel Kicilof y el centro del país representado por Córdoba y Santa Fe. La provincia que más apoyo le dio a Mauricio Macri en 2015 y en la que peor le fue en las provinciales 2019. Dos distritos preponderantes en el acumulado nacional.

Si bien Mauricio Macri recorrió Córdoba, pasó por Santa Fe y llegó a San Luis de la mano del neomacrista Adolfo Rodríguez Saá, Pichetto se fue hacia el Sur acompañado por Frigerio para sumar el apoyo de Weretilneck y el otro vecino municipalista Omar Gutierrez, que gobierna Neuquén con sello del MPN. Reforzar la provincia serrana y capitalizar los votos del Adolfo y Poggi en tierra puntana.

Alberto se movió bastante más que Macri, recorrió el interior cordobés, se reunió con un centenar de intendentes y le puso el cuerpo a los productores y empresarios locales. Pero el foco fue Santa Fe, la provincia de la bota representa un 0,5 más que CABA en el acumulado nacional y la diferencia a favor del Frente de Todos puede ser mayor a la que Juntos por el Cambio obtenga en Córdoba dibujando así una verdadera situación de paridad.

“Quiero pedirles que hagan todo el esfuerzo que haga falta para pedirles a los argentinos que hoy dudan, no me importa de dónde vienen, si son socialistas, radicales o si votaron al gobierno que está. Lo único que me importa es que entendamos que tenemos un desafío como sociedad y como país; es el mismo país que nosotros queremos. Abracémoslo y juntos, hagamos la Argentina que nos merecemos”, promulgó Alberto desde el balcón -según bien publicó Letra P- en una consigna de esperanza hacia el peronismo y sus deseos de triunfar para volver a ser Gobierno.

El voto de los socialistas que confirmaron su apoyo a Lavagna pero que una gran parte sostiene que acompañara expresiones «del campo popular». También el de los radicales que no acompañaron a Corral ni a los candidatos de Macri. En Córdoba la pecera se extiende a muchos radicales que están enojados con los resabios de la interna para la gobernación, votos que no estaban con Scioli en 2015 y que Alberto Fernández si pudo capitalizar como son los intendentes y el justicialismo local que desentiende la conducción mediática de Schiaretti.