La boleta corta y la disputa por el Senado

(ADN).- Cristina Fernández de Kirchner y Miguel Pichetto porotean el Senado que viene. Suponen una fuerte paridad. Por eso, para lo que viene, serán clave los partidos provinciales que logren ingresar representantes con las boletas cortas. Ahí apuntan los candidatos a vice sus juegos de seducción.

Según el cálculo inicial, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio obtendrían 30 senadores cada uno. La Cámara se conforma de 72 bancas y para el quórum propio se requieren 37 voluntades. Si el conteo previo es correcto, entre los partidos provinciales y otras fuerzas completarán los 12 escaños restantes. De esos, el próximo oficialismo debe sumar 7.

Con boleta corta van los oficialismos de Córdoba, Santiago del Estero, San Luis, Misiones, Neuquén y Río Negro.

Cristina y Pichetto se concentran en esos distritos. El senador hizo foco rápidamente en las provincias patagónicas. Y, según cuentan en la Casa Rosada, logró frenar el avance de los gobernadores Omar Guitiérrez y Alberto Weretilneck con el Grupo Callao, que comanda Alberto Fernández.

Para el macrismo es preferible una boleta corta «neutral» del MPN y JSRN (de buena relación institucional con la Presidencia) que la integración de esos partidos al Frente de Todos. Los oficialismos funcionan así como una alternativa a la grieta y pueden «sumar» en distritos hostiles.

Según esa línea de pensamiento, Juntos por el Cambio no tiene muchas chances electorales en Río Negro y Neuquén y podría quedarse sin representantes en Senado. Por eso, alentó a los provincialismos para armar la boleta corta.

Pero el MPN y JSRN no descuidan su relación con los Fernández. Hay diferentes líneas internas en ambos partidos que pujan por quedar en alguno de los lados de la grieta. Los jefes (Gutiérrez y Weretilneck) cultivan el neutralismo porque no quieren comprometer las gestiones que vienen desde el 10 de diciembre.

El ex gobernador Jorge Sapag es el nexo con el Grupo Callao del MPN. Los senadores Guillermo Pereyra y Lucía Crexell el puente con Pichetto.

En Río Negro, la relación Weretilneck-Pichetto está intacta. Pero el gobernador se tomó un café con Alberto Fernández.

Pasarán las PASO y las generales de octubre. Si hubiese una segunda vuelta, con los senadores y diputados ya elegidos, los partidos provinciales podrían encolumnarse en alguno de los sectores en pugna, aunque ahora hablen de «proyectos provinciales sin contaminación nacional».

En este cuadro, el vicegobernador Pedro Pesatti analiza su candidatura a diputado. Su formación peronista, su referencia en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner daría más equilibrio aún a Juntos, y volvería a ser un dique de contención del círculo rojo que prefiere jugar en Cambiemos.