Feministas: Por un Congreso que avance en derechos

(Por Julia De Carmen*).- El hashtag #FeministasEnLasListas fue parte de la campaña que inundó las redes sociales como una herramienta para incidir en (cuanto menos visibilizar) la composición de las listas que disputarán las próximas elecciones. Esta campaña nos dejó al menos dos lecciones: 
Por un lado, que los feminismos que vienen construyendo y protagonizando la escena política de nuestro país no se conforman con ser representados como maquillaje, es decir donde las mujeres aparecen para ocupar los lugares previstos por la ley de paridad. Por otro lado, una lección propia del momento histórico: la necesidad de que las mujeres y disidencias sexuales incluidas en las listas sean referentxs políticxs comprometidxs con los derechos y la igualdad de género.

En el caso de #RíoNegro la candidatura de Silvina Larraburu desató el debate poniendo en cuestión la (in)flexibilidad de la política tradicional, que no se mostró interpelada por las voces y exigencias de este movimiento protagónico a la hora de definir las bancas.

Sin duda este proceso nos plantea un nuevo desafío ante estas formas de la política que parecen encontrarse lejos de despatriarcalizar las estructuras partidarias.

Hace años venimos construyendo, debatiendo, disputando y reflexionando en torno al rol de los feminismos en la coyuntura. Desde Mala Junta-Poder Feminista en Río Negro sostenemos que un feminismo popular se construye sobre la base y convicción de saber que cuanto más diversas son las listas, más capaces son de representar y abarcar a los diferentes sectores de nuestra sociedad.

Por eso desde Nueva Mayoría conformamos un espacio político con la vocación de construir junto a nuestro pueblo una nueva mayoría social, nacional, popular, democrática y feminista, que nos acerque un poco más a una patria justa y soberana. Apostamos por el Frente de Todxs y por su fórmula presidencial para que en octubre el macrismo deje de gobernar y volvamos a trabajar por un país para todxs. Así lo venimos haciendo desde 2015, resistiendo y construyendo un camino en el que pusimos cuerpo, cabeza y corazón en las calles, en las aulas, en las casas, en nuestros trabajos y en todos los espacios que habitamos cotidianamente con nuestra militancia feminista y popular como bandera.

Resulta necesario detenerse a pensar cómo en la actualidad los movimientos de mujeres y feministas trastocamos y debilitamos el orden de género, al mismo tiempo que proponemos nuevos patrones y prácticas. Demostramos una constante capacidad de movilización en las calles y una fuerza de interpelación directa al Estado y sus representantes, disputando el sentido a la narrativa estatal, acompañado a su vez de potentes prácticas instituyentes.

Esta coyuntura electoral nos obliga a pensarnos recuperando la breve pero intensa trama que supimos tejer en la historia reciente de nuestro país. Poniendo sobre la mesa lo acumulado, lo conquistado, lo proyectado y lo deseable, tanto como lo innegociable. Hoy volvemos a encontrarnos para debatir a la luz de este trago amargo que nos deja el armado de las listas. A los varones compañeros, como dice el compañero Lucho Fabbri, les decimos que para que el patriarcado se caiga tienen que dejar de sostenerlo.

Ninguna lucha es corta ni sencilla pero en este camino no debemos perder el reconocimiento de lxs otrxs, de nuestros cuerpos en clave de resistencia al gobierno macrista y sus políticas de deshumanidad. No pedimos permiso antes y tampoco lo haremos ahora. Sin dudas la paridad es un paso necesario pero insuficiente si carece de un correlato de práctica real en el que podamos volcar la construcción de sentidos propia de nuestros movimientos.

Tengamos a mano, compañeras, las palabras de Rita Segato que nos señala que «La experiencia de las mujeres podrá sentar el ejemplo de otra forma de pensar y actuar colectivamente. No por esencia sino por experiencia histórica acumulada».

*Referente provincial de Mala Junta Poder Feminista- Nueva Mayoría-Plataforma Nacional

*Presidenta del Consejo Municipal de la Mujer de Viedma y socióloga–investigadora