Emergencia frutícola, completa

(Por Magdalena Odarda*).- El Senado Nacional aprobó recientemente la prórroga de la emergencia económica, productiva, financiera y social para la producción de peras y manzanas para la región frutícola de Rio Negro, Neuquén y otras provincias productoras. Es una medida que es bienvenida en la actual crisis económica que afecta a las economías regionales, pero lo objetable es que no hubo voluntad política de incluir entre sus beneficiarios a las Cámaras de Productores y a los Consorcios de Riego de Rio Negro y Neuquén que están atravesando un muy difícil momento.

Los productores y las pymes siguen siendo el pilar económico de las provincias, pero las autoridades provinciales y nacionales aún no lo ven así.

Una medida como la Emergencia no es completa si no atiende a todos los actores de la actividad económica. En fin, las políticas para resolver de fondo la compleja situación de los productores, no llegan. Mientras tanto, son sometidos a reglas de negociaciones desiguales y abusivas, afectando toda la cadena pero, fundamentalmente, a los productores individuales y los trabajadores.

La política económica adversa va mostrando la desaparición del productor y la pérdida de suelo, el endeudamiento usurario al que fue llevado y luego, los remates de los bancos. Especulación inmobiliaria, concentración de la tierra productiva y empresas petroleras, son los grandes beneficiarios de este desastre que venimos denunciando hace años.

En el debate del Senado por la aprobación de la ley de emergencia, propuse la incorporación de las Cámaras de productores y los Consorcios de riego pues, es un pedido de las organizaciones que año tras año se encuentran más asfixiadas.

El escenario de los fruticultores respecto a la temporada anterior no ha mejorado, por el contrario, y las entidades están en una situación extrema. La devaluación del peso y el aumento de tarifas, con el consecuente aumento de costos, profundizaron la crisis del sector; a todo esto se sumó la reinstalación de las retenciones.

La salida más plausible de la crisis de la fruticultura, es una mayor intervención del Estado –algo opuesto a lo que sucede hoy-, donde este se ponga del lado del productor para acordar precios justos y medidas que apunten a mejorar la rentabilidad. Sino, lo que vemos es como “el mercado” es el que decide a quien hunde y a quien no.

La emergencia es necesaria pero no llega a todos los productores en su conjunto. Se necesita un precio justo y una compensación por parte de un Estado presente para que el costo de producción no este por arriba de lo que recibe el productor.

Para ir profundo en esto, en varias ocasiones presenté el Proyecto de ley para crear el Instituto Nacional de la Pera y la Manzana con el objetivo de promover, fomentar y fortalecer el desarrollo de la producción, elaboración, industrialización, comercialización y consumo de la Pera y la Manzana, facilitando las acciones que mejoren la competitividad del sector productivo e industrial. También, esta iniciativa fue presentada por las diputadas María Emilia Soria y Silvia Horne. El INPYM propone impulsar programas para mejorar la productividad y calidad de dichas frutas, con vistas a alcanzar la mejor inserción posible dentro del mercado alimentario nacional e impulsar aún más la exportación, fomentando así la creación de mano de obra y el desarrollo de una tecnología acorde a las circunstancias.De esta forma se protegería a los productores para que puedan competir, de manera equitativa, con los grandes empresarios.

Sin embargo, este proyecto no tiene el apoyo necesario por parte del Senado. También, he propuesto la creación de una Tarifa Productiva Especial –TPE- de los servicios de electricidad y gas para la producción frutícola de Rio Negro y Neuquén, que implica una reducción del cincuenta por ciento del valor final de dichas tarifas.

Creo necesario que las Cámaras de productores y los consorcios de Riego, ambas organizaciones que defienden los intereses del productor, deben ser incluidas en la Ley de Emergencia, pues en el actual contexto son estas entidades las que garantizan algunos debates, buscan soluciones y son un canal de expresión del productor.

*Senadora Nacional, RIO