Atahualpa: Pidieron 17 años para dos de los imputados

(ADN).- El fiscal Hernán Trejo pidió 17 años de prisión para los dos hombres imputados por el crimen de Atahualpa Martínez Vinaya. Fue ayer en el momento de los alegatos. Sin embargo, reconoció no haber obtenido en debate prueba suficiente para sostener la acusación en contra de la mujer.

En la audiencia, también hicieron su presentación la querella y la defensa.

La sentencia, a cargo del Tribunal compuesto por los jueces Carlos Mussi, Marcelo Valverde e Ignacio Gandolfi, se realizará el 24 de abril próximo a las 12,30.

El primero en realizar su alegato fue el referente del Ministerio Público Fiscal, quien efectuó una valoración de los testigos, advirtiendo que muchos de ellos “no recordaron o dijeron no recordar los hechos (casi 11 años después de sucedidos) incluyendo allí a dos hombres que terminaron imputados por falso testimonio”. No obstante enfatizó que, a su entender, quedó “probado que Carrasco y Morales Toledo participaron en el acaecimiento del hecho, aunque no se excluye del mismo la participación de otras personas”.

Existen, expresó Trejo, “cuatro datos que no se pueden descartar y que, vinculados con indicios, permiten que se sostenga la acusación: la campera que sería de Morales Toledo, secuestrada en la casa de Felipe Carrasco tenía sangre de Atahualpa. Hay en ella -además- un porcentaje minoritario de ADN del primero”, esta afirmación fue acompañada por las precisiones que, en este sentido, brindaron las pericias científicas.

Agregó también que “un pantalón de jean que se secuestró en la casa de la pareja de Morales Toledo sirvió para realizar una prueba odorífera a través de la cual los canes de la Policía llegaron a un lugar cercano a donde fue encontrado el cuerpo”.

Respecto a la existencia de sangre de la víctima en el abrigo, reiteró que las pericias confirmaron la existencia de material genético de Morales Toledo mezclado con la sangre de Atahualpa, enfatizado así que “la única herida que tuvo fue el disparo que terminó con su vida, por lo cual esa prenda estuvo presente en el momento del hecho”.

Al tiempo que reiteró que diversos testigos de identidad reservada relacionan a los dos imputados con la víctima y su muerte, expresó estar convencido de la acusación realizada a partir de una “pluralidad de indicios graves, concurrentes, concordantes y convergentes”.

Aclarando que no es obligación de la Fiscalía hacerlo, mencionó los que a su entender constituían presuntos móviles del homicidio y confirmó que la acusación era sólo contra los dos hombres imputados ya que “con la prueba incorporada en el debate no puedo sostener la acusación contra Belén Barrientos”.

La querella, representada por Favio Igoldi y Julia Mosquera realizó una valoración de la prueba a partir de la cual explicó que, aunque no estaban habilitados para acusar, “no se ha logrado conformar el conjunto indiciario que permita concluir que estos imputados son responsables del homicidio”.

Mosquera, por su parte, endilgó a los hombres, el presunto delito de encubrimiento ya que, dijo, “las pruebas reunidas permiten concluir que el disparo no fue realizado por ninguno de ellos sino por una tercera persona en circunstancias de modo, tiempo y lugar que este juicio no ha logrado determinar”. No obstante aclaró que de existir tal encubrimiento, por el tiempo transcurrido el delito estaría prescripto.

Finalmente solicitó al Tribunal de Juicio, “que remita las actuaciones al fiscal competente para que se investigue la participación de un tercer hombre (mencionado por gran cantidad de testigos), en el homicidio de Atahualpa”.

¿Qué dijo la defensa?

La defensora Marta Ghianni, en representación de Felipe Carrasco realizó un minucioso repaso de los testigos y la prueba que aportó cada uno de ellos, valorando la actitud de su defendido que “siempre se dijo inocente, nunca claudicó, siempre declaró su inocencia, lo hizo acá, lo repitió en la cárcel y nunca ocultó sus miserias, hizo de las suyas pero nunca mató a una persona”.

La defensora reeditó “el pedido de nulidad de los allanamientos a partir del testimonio brindado por un testigo que hasta el momento no había sido escuchado, que reiteró que durante la medida realizada a la noche no hubo presencia jurisdiccional”. “Es nulo este último allanamiento, es dudosa la continuidad manifiesta y tendría que haber habido un funcionario; debe entonces invalidarse ese allanamiento en el que se secuestró la prueba en contra de Carrasco”, expresó Ghianni.

“No tenemos lugar, hora, no tenemos el modo en que ocurrieron los hechos y, por supuesto, no tenemos a sus autores”, dijo, mencionando “las pericias que sistemáticamente descartan a Carrasco y luego a Morales Toledo de manera contundente”.

En tanto, los defensores oficiales Pedro Vega y Juan José Alvarez Costa realizaron su alegato conjunto en representación de Morales Toledo y Barrientos. Dividiéndolo en diversos capítulos, fueron exhaustivos al momento de valorar la prueba y, comenzaron adhiriendo al planteo de nulidad del allanamiento, que había requerido Ghianni, por la ausencia de un funcionario judicial en el mismo”.

Asimismo manifestaron su adhesión a la valoración de la prueba realizada por la querella, aclarando que “en lo único que vamos a disentir es en lo que tiene que ver con la posibilidad de un encubrimiento”.

Los defensores manifestaron que ninguno de los testimonios “pudo ubicar a los imputados en el lugar en el que Atahualpa fue visto con vida por última vez” que existió “una completa orfandad de pruebas” y, en cambio sí “certezas de que no fueron los imputados los que cometieron el hecho”.

En referencia a los escenarios, destacaron que el cuerpo fue hallado en uno secundario, ya que la victima fue agredida en otro sitio que no puede determinarse. Detallaron como “una de las tantas irregularidades que tuvo el proceso, la contaminación del lugar del hecho que no fue preservado por parte de agentes policiales”.

“Atahualpa fue trasladado en una camioneta de diferentes características a la de Morales Toledo: no coinciden la trocha (distancia entre ruedas) ni las marcas de las mismas que quedaron en el terreno; además el perro no pudo seguir el olor y debería haber quedado rastro en dicho vehículo de los dos litros de sangre que perdió la víctima, pero no fue así”, enfatizaron.

“Las pericias científicas fueron malinterpretados por la fiscal de aquel momento y hoy, las declaraciones de los expertos que las realizaron fueron contundentes y arrojaron luz.”

“No hay elementos suficientes en esta causa que permitan concluir que los imputados hayan sido quienes cometieron el hecho que dio muerte a Atahualpa Martinez. No se pudo determinar la escena del crimen, no se halló el arma, no se pude determinar en qué vehículo se lo trasladó o si fue llevado con vida a ese lugar, no está acreditado el móvil ni cual es la causa, no hay ni siquiera indicios que vinculen a nuestros defendidos con este hecho”, destacaron Vega y Alvarez Costa.

Respecto a Belén Barientos dijeron que “no cabe otra opción que su absolución” mientras que para los hombres pidieron que sean absueltos por el beneficio de la duda”.