Nueva caída de la construcción, otro dato de la crisis

Los primeros datos referidos a la actividad económica de enero confirman la continuidad del frío productivo, de la mano del ajuste fiscal y monetario y un salario que aún no recupera. Ayer se publicó el Índice Construya, que muestra la variación en las ventas de insumos para la construcción, y la caída fue de 20,1% interanual.

El dato negativo se suma a otros ya conocidos, como una recaudación tributaria que volvió a reflejar en general una caída real de 6,5% y en particular un nivel de importaciones magro. El consumo y el crédito tampoco dieron buenas noticias.

El grueso de las ilusiones se concentra en que la contracción del primer mes del año no supere a la del flojísimo diciembre. Es decir, que diciembre haya logrado marcar un piso y que la actividad no continúe empeorando, más allá de que los datos muestren variaciones interanuales que reflejen que la economía sigue dentro del pozo. Pero que, ahí dentro, la dirección ya no sea hacia abajo.

El Índice Construya, por lo pronto, a la par de un desplome de 20,1% interanual, mostró una mejora de 3,3% en la comparación desestacionalizada con diciembre -un pésimo mes para el sector- con una caída de 20,5% en la actividad, según el INDEC. Además sólo el 6% de los empresarios del sector habían señalado tener expectativas de que la cosa mejore y que se pueda contratar gente durante el primer trimestre del año, reveló BAE Negocios.

El sector automotriz también arrancó mal el año, con otro desplome en la actividad, en ese caso del 32,3% interanual. Tal como destacó el director socio de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez, ahí el dato que más llamó la atención fue el brutal negativo de 67,7% interanual en las exportaciones.

Otro dato que viene mostrando variaciones negativas permanentes y que no se modificó en enero fue el del consumo minorista. Según CAME, los locales comerciales vieron disminuir sus ventas 11,4%. Además ayer el BCRA publicó bajas en todas las líneas de crédito, incluidas las destinadas al consumo.

Por el lado de la recaudación los indicadores muestran señales similares a las que se venían viendo antes de diciembre: las importaciones, proxy de la actividad, muestran un fuerte bajón en sintonía con los últimos datos de comercio exterior. La recaudación por ese tributo cayó 20,9% interanual. El IVA DGI, en cambio, mostró un repunte de 0,5%. Débitos y créditos una mejora real de 1,4% y la seguridad social una contracción de 13,5%, por el empleo y los salarios en pleno deterioro.

«Las importaciones se están destrozando y el 80% son bienes de capital, ahí tenés un dato de actividad. Pero el IVA DGI y el impuesto al cheque dieron mejoras. Todo indica que el EMAE y el PBI del primer trimestre van a dar variaciones interanuales claramente negativas y la pregunta es si alcanzará para que la variación contra el cierre del 2019 será positiva o nula, lo que dejará entrever que al menos se deja de deteriorar», dijo Caamaño Gómez.