Las advertencias del establishment desde Punta del Este

Una de las consultoras estrella dio su visión de la economía argentina ante un importante banco de inversión extranjero. Qué proyectan para las elecciones y para después.

(por Estefanía Pozzo*) .- “¿Puede el Gobierno aspirar a la reelección sin una bonanza económica? Hasta ahora, no sucedió”, reza el título de la filmina 17 de un documento presentado por una de las consultoras ‘estrella’ de la Argentina ante un banco de inversión extranjero. La cita fue en enero, en Punta del Este.

A modo de “hoja de ruta”, la consultora remarca 8 puntos clave sobre la economía y cómo esto influye en la situación política del país, de la que depende también la actitud que tengan “los mercados” con las inversiones (principalmente financieras, para qué mentirnos) en la Argentina. Más o menos, el documento dice lo siguiente:

1- La herencia de 2015 “era irremontable en un solo mandato” y, además, se subestimó.

2- Hay una auto-herencia de 2016 y 2017. Del programa económico original “no quedó nada porque se lo llevó por delante la realidad y la crisis”. “Lo sucede el acuerdo con el FMI”.

3- En 2018 se produjo una “disrupción macroeconómica” porque el programa del Gobierno tenía “baja consistencia y sustentabilidad en el tiempo”.

4- El plan de “emergencia” con el FMI tiene dos objetivos “modestos pero fundamentales”: “a) transitar el año que queda hasta la elección presidencial sin nuevas disrupciones cambiarias y financieras; y b) mantener a Cambiemos en la carrera electoral por la reelección”.

5- Califica a este mandato de Mauricio Macri “la transición de la transición”, y proyecta qué puede suceder con el tipo de cambio (la estabilidad del dólar va a depender de la oferta privada de divisa y un rebote de la exportación), las tasas de interés (pueden bajar si el BCRA compra dólares), la inflación (va a bajar en tanto se mantenga la “dureza del programa” monetario y fiscal), la renovación de la deuda (es importante mantener el riesgo país lo más bajo posible) y si la economía va a estar en fase expansiva para las elecciones (dice que no. A este apartado pertenece la frase del comienzo).

6- Hace un balance económico del “cuatrienio 2016-2019”. Acá incluye una comparación de la administración de Macri con la segunda presidencia de CFK. En inflación y PBI (los dos indicadores que toma) le da peor a Cambiemos.

7- Hace un análisis político sobre lo que se juega en la elección presidencial y lo vincula con la situación económica, pero ojo, porque abre el paraguas para asustar a los inversionistas pero no tanto porque los tranquiliza al decir que el “populismo” no puede ganar la elección porque ya lleva “cuatro frenos” por parte de otros contrincantes políticos (2009, 2013, 2015 y 2017).

8- Postula la “agenda ineludible” para “volver a crecer en el próximo mandato”. En la mira: reforma jubilatoria (porque el sistema está “quebrado” y genera “gasto público”); una reforma laboral sectorial (porque hacerlo “por la ley general puede ser un escollo infranqueable en la negociación con los sindicatos”) y una política comercial externa que aliente el ingreso de dólares.

¡Y todo esto dicho por la consultora de un amigo del Presidente!

Los jinetes del ajuste vienen tocando las trompetas del recorte fiscal desde que Macri llegó en diciembre de 2015. Ya en enero de 2016 se hablaba de “gradualismo” vs. “shock”. Son estos sectores los que moldean tanto las expectativas internas como las de agentes internacionales ligados al sector financiero. Que, sabemos, es uno de los interlocutores de la política económica de la administración nacional.

La preocupación de estos sectores sobre la suerte electoral de Cambiemos se convirtió en una variable más para mirar en la economía. Y es explícita: hasta el Fondo Monetario Internacional  alertó desde Washington del “riesgo considerable” si en la Argentina se producía un cambio de rumbo político.

No entiende el que no quiere: casi el 89% del total de la asistencia financiera acordada con el FMI habrá ingresado en las cuentas públicas antes de las elecciones generales en las que Mauricio Macri se juega su reelección.

Me quedo con la frase final del documento como condensación de lo verdaderamente preocupante. La consultora dice: “No queda espacio para seguir con el voluntarismo”. Una frase fanfarrona dicha entre machos para empujarse a la acción. Hay que recordarles que, a pesar de no tenerlo en cuenta, la política también está en la calle y demanda análisis de carne y hueso. Algo que en el lenguaje de tecnócratas del excel no existe.

*Publicada en Política Argentina