Rojo el siete. ADN

Alberto Weretilneck fijó la fecha de elecciones el 7 de abril para evitar la nacionalización de la campaña en Río Negro. Así, se puso en línea con al menos 15 distritos que votarán en el primer semestre. Busca que el debate sea solo a partir de los proyectos que tengan los frentes y alianzas para gestionar a la provincia. Y sacó del juego a los municipios.

La estrategia es como la de 2015. Juntos buscará alianzas individuales con algunos intendentes de la oposición, especialmente de la UCR. Las conversaciones están avanzadas en San Antonio, Valcheta y Jacobacci, entre otras localidades.

Weretilneck dio un golpe de efecto y picó en punta. Ahora les trasladó el problema a sus opositores. Piensa en recrear un «mano a mano» con el jefe del PJ, Martín Soria. Por eso, desalentó a varios intendentes a votar de manera temprana como Pomona, que fijó fecha también en abril. El objetivo es que los jefes comunales de Cambiemos respalden la fórmula de JSRN. «Si perdemos, nadie tiene destino», transmitieron operadores del oficialismo a las municipalidades.

La jugada pretende desdibujar al macrimo rionegrino, que aún no formalizó la alianza ni dispuso candidaturas. La UCR y la CC-ARI esperan la normalización del PRO, que parece haber encontrado el camino de la unidad una vez que el intendente de Cipolletti, Aníbal Tortoriello, desistiera de su postulación. El partido del Presidente tendrá al diputado nacional Sergio Wisky como candidato.

Pero el radicalismo ratificó que su candidata será la diputada Lorena Matzen. Y recién en febrero reunirán su Convención para definir su política de alianzas, aunque todo hace suponer que integrarán Cambiemos por presión del Comité Nacional. Sin embargo, los comité locales quieren que -al estar separadas las elecciones municipales de las provinciales- cada localidad defina su estrategia y sus socios.

¿Podrá el radicalismo retener a sus votantes en Cambiemos? Una encuesta que administra el gobierno provincial indica que el voto radical es proclive a fugarse a Juntos si la contienda es provincial. Pero si la UCR integra formalmente la alianza macrista, tendrá que poner sus esfuerzos ahí, de lo contrario, tendrá una escasa cosecha de legisladores provinciales.

El anuncio del gobernador fue festejado en Roca. Soria intuía que la fecha real sería en octubre. Ahora -dicen cerca del intendente- «tenemos una campaña más corta». Eso empareja los recursos. Cuanto más prolongada sea la carrera a 2019, más ventajas tendría el oficialismo por los recursos del Estado y la posibilidad de Weretilneck de recorrer la provincia e inaugurar obras.

En el Frente para la Victoria también evalúan que es importante que los municipios vayan separados, porque evita «los codazos». En las ciudades y pueblos, aún no logran definir acuerdos y ese «ruido» se colaría en la campaña porque siempre quedan heridos.

Indudablemente, el adelantamiento provoca un alineamiento en el FPV -fundamentalmente en el PJ- porque pone a todos a trabajar para Soria. Incluso, es una mala noticia para el senador Miguel Pichetto y el Peronismo Federal.

Otro dato entusiasma al intendente de Roca: «la elección se nacionalizará», repite. En eso coincide con la evaluación que ayer se hizo en Cambiemos. En el macrismo creen que a Juntos le puede volver a pasar lo mismo que en 2017.

Para más adelante quedarán los debates por las candidaturas, la conformación de las fórmulas y las roscas por los sitios en la sábana y los circuitos. También para un futuro (no muy lejano) pasará la disputa por la Constitución.

¿Será Weretilneck nuevamente candidato? La Casa de Gobierno trabaja para eso. La oposición para frenarlo en la Justicia.

El PRO, la CC-ARI y los componentes del FPV advirtieron la impugnación de la postulación del gobernador. El primer escalón del Poder Judicial que opinará será el Tribunal Electoral. Esa decisión tiene apelación al Superior Tribunal de Justicia y ésa a la Corte Suprema de la Nación.

Los escalones tienen plazos. Y deberán resolverse antes de la elección. Hay un antecedente en el país. La Corte resolvió una semana antes de la votación en Santiago del Estero que Gerardo Zamora no podía volver a ser candidato. Siete días después, su esposa (compañera de fórmula) se impuso por el 70% de los votos.

Si ese caso se reitera en Río Negro, quien integre la fórmula en Juntos cobra una trascendencia clave.

Otros debates, para otros tiempos. La fecha está y todos juegan un pleno. Rojo el siete.