Lento y tardío proceso de normalización del PRO

(ADN).- Después de casi dos años de su intervención, el PRO rionegrino comenzó el proceso de normalización. La Justicia Electoral aprobó la nueva Carta Orgánica. Pero el espacio sigue sin definir una lista de unidad y podría ir a una interna, lo que demoraría aún más el trámite. Mientras tanto, sus socios (ARI-UCR) esperan para conformar Cambiemos.

El PRO Río Negro fue intervenido hace 20 meses por las autoridades nacionales del partido, quienes designaron a Enrique Braun como interventor.

Pese a los esfuerzos, no hay consensos para normalizar el partido con un liderazgo claro. El diputado nacional Sergio Wisky sigue con la intención de presidir el partido del Presidente en Río Negro, pero no tiene el respaldo mayoritario. En consecuencia, si no hay acuerdo, habrá internas.

Quien veta el ascenso de Wisky es el intendente de Cipolletti Aníbal Tortoriello. La puja entre ambos no solo es por la conducción del partido, también es por la candidatura a gobernador. Aunque en los últimos días, el cipoleño relativizó ambas apetencias, lo que aumentó las suspicacias de un acuerdo con el gobernador Alberto Weretilneck.

Incluso, Tortoriello no vetó la idea de una nuevo mandato de Weretilneck, como sí lo hizo Wisky.

Otra opción para que exista un acuerdo y lista única, es que el PRO sea presidido por un tercero. En ese sentido no se descarta a los dirigentes Ofelia Stupenengo (Viedma) y Sergio Capozzi (Bariloche), quienes acompañaron a Braun en la intervención.

Otros nombres rondan: Daniel González, Gabriel Giayetto y el coordinador del Ministerio del Interior, Juan Martín. Se prevé que la mayoría integre la conducción del partido en diferentes cargos.

Pero la demora en el PRO pone en riesgo la constitución de Cambiemos. La CC-ARI ya salió de la intervención y tiene nuevas autoridades. La UCR pasó su interna con lista única. Ahora esperan por sus socios.

Hay dos problemas centrales: la fecha de elección -que podría ser en abril o mayo- conspira contra los tiempos de normalización del PRO; y las candidaturas en Cambiemos. El radicalismo quiere imponer a Lorena Matzen al tope de la boleta.