Los jefes policiales buscaron justificar la represión de 2010

El ex jefe de la Policía de Río Negro, Jorge Villanova, y el ex titular de la comisaría 28, Jorge Carrizo, declararon nuevamente en el juicio por la muerte de Sergio Cárdenas y Nicolás Carrasco, en el que están imputados 8 ex jefes y ex efectivos policiales.

Tal como lo habían adelantado, luego de las declaraciones iniciales, los imputados amplían su declaración.

En un fragmento de su declaración Carrizo manifestó que en un momento vieron aparecer al doctor Lozada y un tumulto mayor, «la muchedumbre se enardeció y volvió a cargar contra nosotros». Dijo que había continuos avances y retrocesos, y «nos hacían retroceder hasta adentro de la unidad, la cantidad de gente, nos metíamos adentro al grito de que nos querían quemar».

Sostuvo que sabiendo que podían salir lesionados salían para tratar de dividir el ataque entre el grupo que atacaba al BORA y a ellos, y «tratar de dividir las vías de escape».

Manifestó que el jefe Veroiza llegó alrededor de las 18, y luego el jefe de la regional. «Se acopló con nosotros», contó y agregó que le habían sugerido que fuera al hospital y que ellos se quedaban al frente del personal. En primera instancia no accedió pero luego lo hizo. Antes de retirarse se entrevistó con el doctor Lozada que pidió a la Gendarmería y dijo : «Esto es Sarajevo, y era una guerra».

Villanova
En la ampliación de su declaración, Villanova indicó que el comisario Hermosa comenzó a recibir información de que se habían reanudado los incidentes en Bariloche y decidieron regresar desde El Bolsón.

Comentó que no volvió en se momento porque en todo el trayecto estaban incomunicados, por lo que volvió Hermosa y luego él.

Dijo que ya habían empezado a recibir información de que había personas heridas. «Estoy hablando con Carrizo y me pasa con Lozada que me dice, acá la situación está muy complicada, no se va a calmar mientras esté la policía, consiga que Gendarmería se haga cargo de la seguridad en el Alto», expresó, por lo que se comunicó con el Escuadrón 34, y le dijeron que no podían intervenir sin orden del Consejo de Seguridad Interior. Comenzó a intentar comunicarse el ministro Larreguy, pero después de muchos intentos, no se pudo conseguir la intervención ni de Gendarmería ni de ninguna fuerza nacional para que se hiciera cargo de la seguridad en el Alto.

Dijo que la conducción operativa a la que se refiere el artículo 32 de la Ley Orgánica Provincial, no se refiere a que el jefe deba intervenir en cada conflicto, «materialmente es imposible», sino que consideró que se refiere a lo organizacional de la policía y consideró que «hubiese incurrido en alguna falta de ese tipo si no hubiese designado en la Regional de Bariloche los oficiales superiores, si hubisese desarticulado al grupo Bora, si no hubiera tenido al frente del Bora a un oficial capacitado, si no se hubiera enviado refuerzos en distintas circunstancias, eso es la condición operacional que me asigna la ley».

(Fuente e informe: Bariloche2000)