El Peronismo Federal dividido por el tema del presupuesto

El gobernador de Córdoba Juan Schiaretti repasa encuestas nacionales y se preocupa con una realidad incontrastable: la economía sólo muestra malas noticias, mientras crece la adhesión a Cristina Fernández, llamativa y estratégicamente en silencio.. publicó el sitio digital La Voz de la provincia mediterránea.

«A Schiaretti lo saca de quicio la interna del Peronismo Federal, hoy dividido en el Senado en el debate por el Presupuesto», dice la nota que firma Julián Cañas.

En la charla que mantuvieron a solas, el jueves pasado en Río Cuarto, el presidente Mauricio Macri le comentó que no estaba dispuesto a entregar “un peso más” a los mandatarios peronistas más críticos, que reclaman los 100 mil millones de pesos del Fondo Sojero.

Esta embestida encabezada por el gobernador tucumano Juan Manzur puso en una encrucijada al senador Miguel Pichetto, titular del bloque opositor más dialoguista en la Cámara Alta.

El senador rionegrino –que habla con Schiaretti más de lo que se conoce– está inquieto porque ve que se le puede quebrar su bancada.

Si la votación fuera hoy, sólo siete u ocho de los 24 senadores del PJ autodenominado “republicano” levantarían la mano para aprobar el Presupuesto.

Pichetto no quiere regalarle ese escenario de división a Cristina Fernández, quien se frota las manos esperando que varios dejen el bloque del Peronismo Federal para sumarse a su grupo.

Eso no está en los planes de Manzur, que en su provincia tiene su propia interna con el cristinista José Alperovich.

En todo caso, este grupo podría generar otra bancada y alimentar así la dispersión peronista.

Esta eventual división opositora parece una buena noticia para el Gobierno nacional, pero a Macri le urge mostrar al FMI y al exterior una señal de gobernabilidad, en los umbrales de la reunión del G-20.

Más allá de la decisión del Presidente de no soltar más recursos a los gobernadores, Pichetto gestionó ante la Casa Rosada que haya otra compensación por la pérdida del Fondo Sojero.

Macri cree que ya le entregó demasiado a las provincias, y por ahora se muestra inflexible.

Pichetto está preocupado y teme por un estallido de su bloque, que arrastraría a todo el Peronismo Federal.

Este nuevo espacio se relanzó el 27 de septiembre pasado, con aquella foto de los cuatro referentes (Schiaretti, Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Pichetto), que hoy parece color sepia, pese a que pasó hace sólo un poco más de un mes.

El cuarteto peronista no volvió a juntarse. La idea de una nueva convocatoria para este mes parece ahora lejana.

Pese a las divisiones y las peleas en el escenario nacional, Schiaretti no ve otro muro de contención que el Peronismo Federal para evitar que su partido se termine encolumnado con la expresidenta.

El gobernador ya tiene decidido ir por su reelección. En Córdoba, las dudas de Cambiemos alimentan su ilusión de seguir en el Centro Cívico otros cuatro años. Pero Schiaretti no quiere ni pensar en la posibilidad de volver a convivir en el poder con Cristina.

Schiaretti seguirá abrevando en el PJ Federal, apoyando la gobernabilidad de Macri y apostando a lo que le dice Guillermo Seita, uno de sus consultores de cabecera: Cristina tiene un techo electoral demasiado bajo para aspirar a volver al poder.

Lo que sucede es que la paciencia de la sociedad tiene un límite y el ajuste que se viene acrecentará el agobio y el malhumor social. (Foto: La Voz)

Fuente: La Voz