En busca del relato perdido. ADN

La desorientación política del oficialismo es evidente. Perdió la agenda y no encuentra un discurso que haga pie en la realidad de este tiempo. Atrás quedó la épica del provincialismo y la defensa de los intereses de los rionegrinos y hoy transita entre las críticas al Frente para la Victoria y las pifias en la gestión de gobierno.

Sin rumbo, Alberto Weretilneck espera que el Peronismo Federal (que por ahora es un cúmulo de aspiraciones personales) se consolide y le de una herramienta política. Es por ello que se ubicó en la corriente del peronismo perdonable -al decir de Jorge Asís- y se muestra como un gobernador más abocado a la institucionalidad y los buenos modales con la Casa Rosada, que plantado en el resguardo de los derechos de los ciudadanos de Río Negro.

El gobernador, al igual que su par neuquino Omar Gutiérrez, están más cercanos a la prosa de Juan Manuel Urtubey que de otros referentes como Sergio Massa y Miguel Pichetto, que comenzaron a endurecer su posición frente al gobierno nacional. Incluso, el Frente Renovador tiene expresiones como la del economista Aldo Pignanelli que no tiene empacho en decir que «esto se fue a la mierda».

La preocupación de la mayoría de la oposición, los gremios y las organizaciones sociales está puesta en el impacto y el costo social que tiene la política económica de Macri, el fuerte endeudamiento y el acuerdo con el FMI, porque no hay indicios de mejoría ni lluvia de inversiones que hagan florecer brotes verdes. Por el contrario, Weretilneck se mantiene impávido.

Esa postura desalienta a Juntos. Sus dirigentes están adormecidos y sin reacción. El único estandarte que enarbolan es el Plan Castello que está discutido por el endeudamiento que le generó a la provincia y porque sus obras (en su mayoría dedicado a planes directores de cloacas) no serán un motor del desarrollo ni la producción.

Por ahora, el único camino que le encuentra el oficialismo a la supervivencia electoral es adelantar el calendario, lo que hará la mayoría de las provincias. ¿Hay acuerdo con Macri? Según trascendió, existe un plan para que los gobernadores blinden sus provincias a cambio de no «jugar» en las nacionales. Esto diluye chances del Peronismo Federal que asienta sus bases en los mandatarios, y potencia la grieta.

Una nueva encuesta de Sinopsys indica que Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri son los políticos con chances de llegar a un balotaje. El dato coincide con la mayoría de los estudios de opinión. Y marca el crecimiento de la ex presidenta que, en la mayoría de las mediciones, está entre dos y cuatro puntos debajo del mandatario en una segunda vuelta.

Si ese fuese el escenario, a Weretilneck no le quedan muchos más caminos que cerrar la alianza con Cambiemos en Río Negro. Muchos dirigentes (especialmente Sergio Wisky, Darío Berardi y Lorena Matzen) apuestan por esa coalición, lo que genera una férrea oposición de intendentes como Aníbal Tortoriello (Cipolletti), Mariano Lavin (Fernández Oro) y dirigentes del PRO como Juan Martín.

Pero no es lo único que divide al macrismo rionegrino. La pata radical no cesa con las críticas al gobierno nacional por los recortes a la Patagonia, algo que comenzó con las asignaciones familiares y se profundizó una vez conocido el proyecto de Presupuesto que el gobierno envió al Congreso, donde hay más ajuste y se le delega a las provincias responsabilidades (como el subsidio al Transporte) que deberán pagar los gobernadores, intendentes o recaerá en el bolsillo de los usuarios.

En este contexto llama la atención la unidad en el PJ y, en consecuencia, la solidez que está logrando el frente ensanchado que conduce Martín Soria. En los despachos de la Casa de Gobierno están atónitos, ya que contaban con que un sector del peronismo iba a romper con el intendente de Roca.

Por eso no llamó la atención el mensaje que recibió Alejandro Marinao. El gobierno promocionó el juicio que el presidente del bloque del FPV le hizo a Horizonte por un accidente, cuando en 2015 viajaba a Bariloche a un acto de CFK. El tema llegó a los medios nacionales. El dirigente de la Línea Sur, junto a Javier Iud, Ariel Rivero y otros integrantes de esa bancada acompañaron al gobierno en votaciones de mayoría especial como la licitación del agente financiero y la autorización para emitir un bono en dólares para financiar el Castello.

Hay otro dato que espera el gobierno: el impacto que puede tener la investigación judicial por el plan Techo Digno que comenzó el juez federal Claudio Bonadío y enviará a la provincia.

De todos modos esa idea de ruptura perdura. Se entusiasman en Laprida y Belgrano con que la interna nacional se traslade a la provincia. El problema es el armado. Si hubiese un acuerdo entre JSRN, Cambiemos y el Peronismo Federal… quién encabeza el proceso? Cómo se distribuyen los cargos? Cómo se arman las listas a legisladores en la sábana y por circuito? Qué fuerza política tiene prioridad para liderar en las ciudades las elecciones a intendentes? Hoy, suena complicado.

Incluso, un dirigente del macrismo arriesgó a que el escenario futuro podría ser diferente al actual con dispersiones, siempre teniendo a la política nacional como ordenador.

Falta mucho aún para comenzar a visualizar el proceso electoral, pero indefectiblemente lo que ocurra de aquí a fin de año tendrá secuelas.