Un cura de Viedma, a favor del Estado laico

(ADN).- Es el padre Luis García. Un sacerdote popular que trabaja con los sectores más vulnerables de la ciudad. Oriundo de España, revolucionó la ciudad con sus definiciones públicas sobre temas candentes. Y realizó un trabajo destacado desde la fundación Creando Futuro. Se puso al frente de la resistencia anti nuclear en la Patagonia y ahora se pronunció a favor de la separar la Iglesia del Estado.

“Estoy de acuerdo con esta campaña, y que sean los católicos los que sostengan la Iglesia”, publicó en su cuenta de Facebook.

García aseguró que “no nos ha beneficiado en absoluto esta relación simbiótica que tiene más de prejuicios que de realidades”, por lo tanto “la libertad puede hacer de nuestra Iglesia una institución mucho más transparente y cercana a la realidad que hoy vive nuestro pueblo”.

De todos modos, dijo que existen “muchos prejuicios” en la sociedad porque “se habla que los curas cobran y eso no es cierto”, y aseguró que “cada comunidad sostiene y debe sostener a sus sacerdotes”.

El cura viedmense explicó que “los Obispos reciben un monto mensual no nominal que la mayoría utilizan para el funcionamiento de los servicios centrales diocesanos” pues “es el mal llamado sueldo de los obispos” y para que “sea sueldo, son necesarios los aportes y su nómina correspondiente, algo que no es real, salvo el obispo castrense”.

García indicó que “este cambio implicaría un mayor compromiso por parte de la gran mayoría de los católicos, que también viven de este prejuicio, y no solo eso, sino que ellos mismos lo han alimentado con frases como ‘los curas tienen plata’, o ‘la Iglesia maneja mucho dinero’”.

“Ha llegado el momento de sincerarnos, de poner las cartas sobre la mesa, y que los católicos sean los que mantengan el culto católico”, “dejarnos de ‘limosneos’ y comenzar a tomarnos en serio el sostenimiento de la obra evangelizadora de la Iglesia con aportes que posibiliten su accionar».

García pidió que “se deje de usar a la Iglesia”. “En muchas ocasiones por algún u otro motivo, asistimos a algún acto dentro de los espacios eclesiales”, ejemplificó. También consideró que “esos lugares están sujetos a servicios que hay que afrontar cada mes y a mantenimientos permanentes dadas las condiciones de los edificios” con lo cual “seamos coherentes y ayudemos a su sostenimiento”.

El sacerdote dijo haber tenido “experiencias muy llamativas de personas que han ido, han hecho uso de personas y lugares y no han aportado absolutamente nada”, y en su opinión “esto es no jugar limpio” y en consecuencia, según reflexionó “tenemos que ser lo suficientemente maduros y dejar la viveza de lado” reclamando que “no nos engañemos a nosotros mismos”.

“Personalmente estoy de acuerdo con esta campaña, y que sean los católicos los que sostengan la Iglesia Católica”, concluyó.