Río Negro y los empresarios de los cuadernos «Gloria»

(ADN).- Las denuncias contenidas en los cuadernos “Gloria” sobre el pago de coimas de la obra pública, anotadas y denunciadas por Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta, ex secretario de Coordinación del Ministerio de Planificación de Julio De Vido, cortan de manera horizontal y transversal a distintas provincias del país y sus administraciones. Precisamente las empresas y empresarios presuntamente involucrados –integrantes del círculo rojo empresarial- fueron adjudicatarios de importantes obras licitadas por el gobierno nacional y las provincias.

Térmica de Roca
Armando Olson, presidente del Grupo Albanesi, detenido ahora por orden del juez Claudio Bonadió, es el dueño de la central térmica Roca.

Esta central fue construida en la década del 90 por la empresa Turbine Power y en aquellos años se denunció que recibió de parte del gobierno de Pablo Verani precios muy por encima del mercado, que pagaron los rionegrinos hasta que a finales de 2001 la Justicia le puso freno.

Un accidente destruyó la turbina en el 2009 y fue entonces cuando el grupo Albanesi la adquirió por 96.000.000 de pesos. Transformó la planta para ser abastecida también por gasoil con la promesa de lograr mayor eficiencia en el servicio por el sistema dual.

El Grupo Albanesi obtuvo en el 200O su licencia para operar en el mercado energético y desde ese momento explota distintos emprendimientos en todo el país, entre otros y en la región, la Central Térmica Piedra Buena en Bahía Blanca. También compró la empresa Generación Mediterránea y junto con Solvay Indupa creó Solalban Energía, para la construcción de una central térmica en el Polo Petroquímico de Bahía Blanca.

Térmica Roca volvió a funcionar el 12 de marzo del 2013, en un acto que tuvo la participación del ex vice gobernador de Río Negro, Carlos Peralta, en la gestión de Alberto Weretilneck.

Salto Andersen
En el listado de los detenidos por Bonadío, quizás el caso más emblemático para Río Negro, sea la participación de Juan Carlos de Goicoechea, ex CEO de Isolux Corsán, una empresa que tuvo como director al ex gobernador Horacio Massaccesi y que en Río Negro construyó la presa de Salto Andersen. Una obra que también mereció sospechas y denuncias judiciales.

El gobernador de Río Negro, Miguel Saiz, inauguró la Central Hidroeléctrica Salto Andersen, ubicada en Río Colorado el 22 de junio del 2011, con una generación de energía media anual de unos 52,5 MW/h, que se integra al Sistema Interconectado Nacional a través de CAMMESA.

Esta central construida por el Grupo Isolux Corsán de España costó alrededor de 120 millones de pesos.

El proyecto de la central hidroeléctrica de Salto Andersen fue presentado en 1995 durante la gestión del gobernador Horacio Massaccesi. Con un costo inicial valuado en 7 millones de dólares. La obra se llamó a licitación en el año 2005, durante la gestión del gobernador Miguel Saiz, por un monto de 22 millones.

En ese momento el entonces legislador provincial justicialista Martín Soria, denunció que sólo se había presentado la empresa Isolux Corsán SA con una oferta de 50 millones –el doble de lo fijado en los pliegos- por lo que correspondía declarar desierta la licitación, que igualmente el DPA adjudicó a la firma española para la elaboración del proyecto, la provisión y construcción de las obras, los ensayos y puesta en servicio industrial de la Central Hidroeléctrica Salto Andersen.

La obra contaba con un préstamo de 40.646.009 de dólares del Fondo Fiduciario Regional de Infraestructura Regional creado por la Ley Nacional N° 24855, el Fondo Hídrico Nacional y otros aportes nacionales. En julio de 2009 la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Río Negro solicitó al DPA informes sobre las razones de la elevación del costo inicial de las obras en casi 20 millones, que se justificó en estudios hechos por empresas asesoras y aumentos de costas. En julio de 2010 el presidente del DPA, Horacio Collado, estimó que el monto actualizado sería de 80 millones, que se elevaron finalmente en torno a los 120 millones.

Controversias
Durante la ejecución de la central hidroeléctrica de Salto Andersen se plantearon distintas controversias que cabe recordar.

Un pedido del gobernador Miguel Saiz, para ampliar los fondos destinados a la obra generó resistencias de legisladores de la oposición justicialista e incluso del oficialismo radical, a punto tal que el mandatario amenazó con que, si no se aprobaba el gasto, sacaría dinero de otras partidas para terminar la represa, afectando obras públicas, mantenimiento de escuelas, carreteras y construcción de viviendas.

Este apuro generó sospechas de las vinculaciones de aquella administración con Isolux y si se recorren los diarios de la época se menciona la sobreevaluación de la obra y presiones para obtener la ampliación de fondos, como así también tráfico de influencias para sacar un endeudamiento de 54 millones de dólares.

No todo termina ahí. También se denunció que el Ingeniero Civil Héctor R Reynal, responsable absoluto de la obra por encargo de Isolux, no se encontraba matriculado en Río Negro, en clara violación a la ley provincial que establece éste requisito como imprescindible antes de comenzar cualquier construcción de infraestructura e inclusive, en estas condiciones, ni siquiera pudieron haberse aprobado los planos de obra. Un Ingeniero que no está matriculado lo inhabilita por ley para certificar una obra civil.

De acuerdo a una consulta realizada al Colegio de Ingenieros de Río Negro, se conoció que “Reynal no está ni estuvo registrado en la provincia para ejercer como manda la ley”, se respondió.

Pedro Pesatti, en aquellos momentos legislador y actual vicegobernador rionegrino, quien había pedido esa documentación al Consejo de Ingenieros, señaló que “los responsables de Isolux Corsán, como los funcionarios del gobierno rionegrino han infringido la ley 3198 que establece que para poder ejecutar o dirigir obras en nuestra provincia el profesional debe estar debidamente matriculado en el respectivo Consejo Profesional“.

Dijo que esto es “parte de la lógica que rodea toda esta multimillonaria estafa “en alusión a la construcción de la central de Salto Andersen.