Cómo terminará el dólar a fin de año

No existe hoy una tarea tan enrevesada para los analistas del mercado como pronosticar el precio del dólar a fin de año. Lo es complicado en el día a día, y otro tanto dilucidar su evolución a un mes. La vorágine por la que ha transitado el tipo de cambio este año barrió con todo tipo de pronósticos, y solo rige una certeza: es muy complejo hacer proyecciones sobre la cotización de la divisa frente al peso, en el actual contexto de alta incertidumbre, tanto por factores globales (suba de la tasa en EEUU, elecciones en Brasil), pero sobre todo por riesgos domésticos (confianza en el programa económico 2018-2019).

Más allá de esto, algunos analistas consultados por ámbito.com se animaron a ensayar algunos escenarios y estimar, en consecuencia, un nivel del dólar a diciembre, aunque con ciertos condicionamientos, a la espera de novedades sobre una eventual reformulación del acuerdo stand by con el FMI.

Para Federico Furiase, director de la consultora Eco Go, en un escenario donde se supone la estabilización financiera, y un dólar que en el periodo septiembre – diciembre se mueva en línea con la inflación, suponiendo una suba del índice de precios de 2% mensual, estima un tipo de cambio mayorista para fin de año en la zona de $ 34 – $ 34,50 (junto a una inflación de 34% anual).

En un contexto opuesto – que hoy no lo está viendo – donde el riesgo país siga subiendo, y se acentúe una baja de reservas, junto con los altos vencimientos de Letes en dólares, «la divisa se seguirá escapando por encima de la inflación a costa de más recesión. En ese caso el tipo de cambio podría superar los $ 35 para fin de año», proyecta.

«El Gobierno debería priorizar las reservas del BCRA frente a los altos vencimientos de Letes en dólares y buscar una línea de financiamiento contingente o un adelanto de desembolso del FMI para cerrar el programa financiero de acá a fin de 2019, y a partir de ahí desterrar las dudas que hoy tiene el mercado en torno al programa financiero», sostiene el director de Eco Go.

Cuando parecía que se había calmado la tormenta en julio, apareció el desplome de la lira turca a principios de este mes, y la devaluación del real en Brasil, lo que volvió a presionar directamente al peso argentino, a pesar de las intervenciones (subastas) del BCRA.

«Con la dinámica de estos días, cuatro meses son una eternidad para pensar en un valor del dólar. La verdad que está realmente impredecible», afirma por su parte el economista Iván Carrino.

El especialista ve un piso para fin de año, y le cuesta dilucidar un techo. «Hay salida de capitales, incertidumbre e inflación. Y techo puede haber, el tema es cuánta recesión implique ese tipo de cambio techo. O sea, cuanto más suba el dólar, más dura será la recesión con inflación», explica.

Para evitar esto, Carrino considera que «no hay que salir a vender todos los dólares, a menos que se decida fijar un tipo de cambio o que se dolarice la economía. Lo que hay que hacer es dar confianza, con más medidas de ajuste fiscal y asegurando que se tiene todo el financiamiento que se necesita», expresa. En ese marco, no le sorprendería un dólar a $ 35 a fin de año.

Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina, avizora dos escenarios hacia fin de año, uno positivo, con el dólar mayorista a $ 32, y otro negativo, con la cotización en los niveles de $ 35,40. La realidad es que el precio del dólar podría encontrar un precio para diciembre en el centro de esa franja, resalta. Por un lado, «los datos de la balanza comercial y turismo pueden dar un poco de respiro al déficit de cuenta corriente», tras la fuerte devaluación de los últimos meses, indica. Pero la clave sigue siendo «la confianza que pueda restablecer el Gobierno al mercado», advierte.

Para el economista Gustavo Ber «es imposible hacer proyecciones en este contexto, ya que la plaza cambiaria no está equilibrada y hay demasiada incertidumbre entre los agentes económicos respecto a la evolución de los acontecimientos».

Por ahora, «no hay condiciones internas ni externas que permitan tratar de anticipar hasta dónde puede llegar el dólar, se está en medio de una tormenta y los operadores responden en modo pánico liquidando posiciones, aun a riesgo de que haya ´overshooting´ (sobrerreacción)», apunta.

Los analistas coinciden que los desequilibrios de la macro (alto déficit fiscal, en importantes vencimientos de deuda), junto con los ruidos políticos locales (cuadernos) juegan en contra, y que un mundo «más complejo» le da más envión a la dolarización (liquidación de activos locales) y al círculo vicioso de desconfianza, ya que es un proceso en marcha entre los emergentes, en especial aquellos más vulnerables, como la Argentina.

Más pesimista, otro analista -que pidió no ser nombrado- vaticinó un dólar por encima de los $ 40, si no se logra encauzar la confianza, y se mantienen los riesgos globales. «Si la cosa termina mal se puede ir a un escenario de mucha sobrerreacción, y los $ 40 que pronostican algunos pueden quedarse cortos entonces».

Agregó que «el precio irá para arriba, al menos desde ahora, al ritmo de inflación, eso es más de $ 1 por mes, y esto si no siguen depreciaciones de emergentes ni caída de demanda de dinero». Y concluyó: «Más que el nivel, lo más preocupante es la velocidad, que está siendo vertiginosa y bajo un proceso caótico».

Mientras tanto, la cotización del dólar para fines de diciembre en el mercado de futuros del Rofex terminó este martes con un alza del 2,7% (o 95 centavos) a $ 35,50, es decir, si se mantiene esa foto el precio de la divisa debebría subir un 13,2% en cuatro meses (poco más de $ 4), teniendo en cuenta que el precio spot cerró en $ 31,35.