Caída del consumo: «hay y seguirá habiendo despidos»

(ADN).- La crisis económica impacta de lleno en el comercio, donde aumentan los despidos. A los cierres de comercios en Bariloche, Cipolletti y otras ciudades de Río Negro, se suma la situación de Viedma que siente la retracción del consumo. Los gremios del sector informaron que hubieron al menos 80 trabajadores -en situación formal- echados, y se calcula que se perdieron otros tantos puestos de empelo informal.

Marco Magnanelli, presidente de la Cámara de Comercio de la capital provincial, ratificó la denuncia sindical y agregó: «hay una cuestión básica de la caída del consumo: hay despidos y va a seguir habiendo» vaticinó en diálogo con radio La Puntual.

Es por ello que la Cámara, a través de la Federación de Empresas de Río Negro y la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, impulsan un proyecto en el Congreso para declarar la emergencia económica nacional pyme. La iniciativa ya fue tomada por el Frente Renovador de Sergio Massa, y la senadora de RIO, Magdalena Odarda.

Magnanelli indicó que en Viedma entre el 35 y 40% de la economía depende del Estado provincial y el resto las pymes. En cambio, el promedio en el resto de las ciudades que no son administrativas es 30-70, es decir, que está lejos de ser un enclave estrictamente público. «Es una ciudad netamente administrativa, pero no es cierto que se viva solo del Estado» ratificó el empresario, y advirtió que «la población sigue aumentando, y la oferta estatal tiene un techo, así que el sector productivo y el económico privado absorbe el resto, y tiene un gran trabajo por hacer».

En consecuencia, existe una coyuntura compleja.

El comerciante explicó el fenómeno de la pérdida de puestos de trabajo desde el punto de vista del empleador: «detrás de los despidos de una pyme, el último eslabón que no se mide es del dueño de la empresa que cierra. Hay un costo muy grande desde lo personal a la hora de cerrar un negocio, porque conlleva un conflicto psicológico difícil de llevar adelante». Magnanelli aseveró que para evitar los despidos, «tenemos los costos ajustados al máximo».

«Uno de los factores que no está en la palestra es la resignación de rentabilidad -agregó-, cae el salario, cae la dignidad del tipo que tiene la empresa laburando todo el día… y se cae la rentabilidad, cae el nivel de vida». «Estamos sosteniendo los costos y la estructura empresarial, pero esta inercia económica está frenando de manera muy notoria la actividad y es muy perjudicial», aseguró.

Para el empresario local, en Viedma «hay que apostar a la producción de frutos secos y su industrialización, a los servicios (crear empresas tecnológicas, aprovechando las universidades nacionales), el comercio exterior y el turismo.

Emergencia y macroeconomía
Magnanelli explicó que el proyecto que ingresará en el Congreso para declarar la emergencia económica de las pymes tiene como finalidad frenar los embargos de la AFIP. Y dijo que «le vamos a pedir al gobierno de Río Negro lo mismo con la Agencia de Recaudación». «Son herramientas para sostener a las pymes funcionando», explicó.

El empresario -crítico de las políticas que lleva adelante el gobierno nacional- planteó que «a nivel macroeconómico necesitamos que la economía se reactive» y cuestionó «la mordaza de la inflación» porque se «quiso reducir la demanda y enfriar la economía, pero hay un factor humano que no se tuvo en cuenta».

En ese sentido subrayó que «hay pymes que vuelan por el aire» y eso significa menos empleo. Mignanelli evaluó que «el camino de no sostener el mercado interno es errado» y «la muestra que no funcionó es que la inflación no bajó».

El titular de la Cámara de Comercio admitió que esta situación se repite en la provincia y en la región, y aseguró que «las políticas publicas para incentivar el desarrollo de la Patagonia es pensando en los sectores productivos».

«A mi me toca defender a la pyme rionegrina, que implica el 70% de la mano de obra en blanco, y el 55% del movimiento económico. No es un sector pequeño, sin embargo no está sostenido» se quejó.

Y criticó el modelo porque «hay una tendencia a la concentración. Este proceso macroeconómico lleva a que cierren las pyme y la actividad se concentre en pocas manos». Y concluyó: «las pymes distribuyen mucho más capilarmente en la sociedad que las grandes empresas».