Unos mates para cerrar la interna. ADN

Alberto Weretilneck y Pedro Pesatti se reunieron ayer. A solas, tomaron mates y reinstalaron el diálogo entre ambos, perdido hace un tiempo. No se daba una charla mano a mano desde que comenzaron los tironeos internos del oficialismo a principio del año pasado, donde el círculo rojo comenzó a limar al vice para aislarlo de la toma de definiciones.

Nada salió de allí, se impuso el secretismo. Solo ellos conocen el contenido de la charla, lo que supone que fue calificada por Pesatti como positiva, porque llegó al encuentro en situación límite: el jueves, no lo invitaron al acto de entrega de los fondos del Plan Castello al municipio de Viedma. Alrededor del gobernador, en cambio, estuvo la cúpula del bloque, Alejandro Palmieri y Facundo López. ¡Así no va más! gruñó Pesatti que viene soportando destratos.

Lo que se resolvió se irá conociendo en los próximos días y, de acuerdo a cómo fluya, se sabrá si la reunión tuvo éxito para frenar la interna o comienza un tiempo de quiebre y diáspora en Juntos.

Pesatti fue claro esta semana. En una entrevista en radio indicó que tendrá el aval del gobernador para ser candidato, sino “no se entiende mi razón de ser en Juntos”. El vice además reivindicó los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, una adhesión al conjunto de ideas que expresaron, y ratificó su lejanía ideológica con el macrismo y con las políticas Urtubey y el peronismo federal.

En ese contexto Weretilneck recibió a su compañero de fórmula. ¿Será ungido candidato? El tiempo lo dirá. Por ahora, se observa que las pre candidaturas de Palmieri y los ministros Mónica Silva y Fabián Zgabib van perdiendo fuerza al ritmo vertiginoso de la política y la tiranía de las encuestas, que marcan que la única figura de Juntos -a excepción del gobernador- que mide es Pesatti.

Los movimientos del oficialismo son seguidos con rigurosidad milimétrica desde Roca. Martín Soria ve que la interna desgasta a Juntos y que una de sus consecuencias fue dinamitar el posible acuerdo con Cambiemos. Por eso, ahora sólo debe esperar a que Weretilneck decida la fecha de elecciones para definir la estrategia electoral.

El presiente del PJ anotó el mensaje que envió el legislador Ariel Rivero. Fiel a su nuevo estilo, no responderá por los canales clásicos, pero envió un emisario. El dirigente pichetista pidió definiciones sobre el escenario nacional y criticó a la senadora Magdalena Odarda. Desde Allen, un dirigente local, Alejandro Fernández, le respondió que la política de alianzas la define Soria y recordó que la dirigente de RIO es una férrea opositora al gobierno nacional, «algo que no puede decirse de muchos integrantes del Peronismo Federal».

El intendente de Roca ya eligió a sus aliados.

De todos modos, siempre hay espacio para el acuerdo. En el pichetismo aseguran que no habrá ruptura y que las declaraciones de Rivero son para preservar los espacios en el armado de listas del Frente para la Victoria. Pero podría no ser así. Hay riesgos.

A nivel nacional está definido que no habrá unidad del PJ. El Peronismo Federal unificaría sus fuerzas con el Frente Renovador de Sergio Massa. Así, se prevé un escenario con tres espacios fuertes: Cambiemos, Unidad Ciudadana y el Peronismo Federal.

Weetilneck lo sabe. Por eso promocionó el desembarco de Juan Manuel Urtubey a Río Negro. Es la ancha avenida del medio, el nuevo Massa, la nueva salida de la grieta. Pero… ¿terminarán siendo aliados? Algunos dirigentes evalúan que sí, y ven la mano del senador Miguel Pichetto acercando posiciones. El jefe del bloque de senadores piensa en un esquema amplio de respaldos al espacio que armó y del que puede ser candidato a vicepresidente.

Lo que nadie arriesga es la estrategia. Si hubiese un acuerdo Urtubey requeriría del llamado a elecciones conjuntas de Río Negro con Nación, para traccionar votos. La jugada además dividiría al peronismo que tendría dos boletas. Por ahora, alquimias políticas.

Falta mucho y en la Argentina un año es ciencia ficción. Para colmo, no hay buenas noticias para la Casa Rosada que, en otros momento, hubiese ordenado el escenario político dominándolo. Hace uno días la empresa de Hugo Haime perfiló los posibles resultados de las elecciones con y sin balotaje. En todos los casos el macrismo perdería las elecciones.

En la segunda vuelta sería derrotado por las tres opciones del panperonismo: con Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey. El tema entonces, sería cuál de los tres está condiciones de llegar al balotaje. Por ahora, solo CFK.

Si esta medición rumbea bien, todo es ganancia para Soria, a quien la fecha de elecciones no le complicaría la llegada a la Casa de Gobierno en Viedma, si es que se mantiene, por supuesto, en la construcción del FPV como hasta ahora, bien enfrente de Macri, Urtubey y Weretilneck.