La UNRN criticó los cambios en las Fuerzas Armadas

(ADN).- La cúpula de la Universidad Nacional de Río Negro expresó su preocupación por los cambios que el Presidente de la Nación introdujo en el funcionamiento de las Fuerzas Armadas, otorgando la posibilidad de realizar tareas vinculadas a la seguridad interior.

El Rector y los Vicerrectores de la Universidad emitieron un comunicado en el que manifestaron:
«La estricta separación de las funciones de defensa nacional y seguridad interior forma parte de uno de los pilares de la democracia que se empezó a consolidar a partir del 10 de diciembre de 1983, en un rumbo ratificado por diversas administraciones. Las leyes de Defensa Nacional 23.554 de 1988, de Seguridad Interior 24.059 de 1991, de Inteligencia Nacional 25.520 de 2001 y el ahora modificado Decreto 727 de 2006 lo demuestran, dando cuenta de un camino confirmado por diversos sectores políticos.

Este consenso, es producto de las enseñanzas de la historia argentina y latinoamericana, en donde la intervención de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interna ha profundizado la violencia institucional y se ha manifestado en crecientes violaciones a los Derechos Humanos, no sólo en gobiernos de facto, tal como lo manifestó este año la Comisión Interamericana de Derechos Humanos al referirse al caso de México. Los casos de Colombia y Brasil, son un lamentable ejemplo en el mismo sentido.

Las amenazas, riesgos y desafíos que plantea nuestra contemporaneidad, no pueden ser afrontados con respuestas facilistas y autoritarias a peligros vagamente enunciados, como cuando se apela a “el terrorismo” o “el narcotráfico”. Mucho menos, aludiendo de manera no ingenuamente imprecisa a lo dispuesto en la Resolución 3314 de Naciones Unidas como crimen de agresión, que ninguna relación tienen con esos “peligros”.

Fortalecer la democracia hoy requiere que los poderes públicos respeten los mandatos constitucionales en cuanto a sus atribuciones y asuman con convicción el deber de realizar efectivamente los derechos humanos, entre los que se incluye el respeto de la identidad de los pueblos indígenas y el reconocimiento de la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan, conforme lo establecido en el art. 75 inc. 17 de la Constitución Nacional. Consolidar la paz interior es un propósito que sólo podrá lograrse partiendo de un ideal de justicia distributiva y social que derrame sus frutos sobre el esfuerzo de todas las personas que habitan la Argentina.

Una gestión democrática de la seguridad exige un abordaje integral de peligros concretos, asumidos por fuerzas de seguridad bajo estricto control de las autoridades gubernamentales de cada jurisdicción y con absoluta exclusión de las Fuerzas Armadas.

El marco legal vigente hasta el Decreto 683/18 no constituía un obstáculo para la modernización de las Fuerzas Armadas, la incorporación de tecnologías informáticas modernas, la reubicación de cuarteles y otras dependencias con base en la inexistencia de las hipótesis de conflicto de hace cincuenta años atrás, así como el reequipamiento y la mejora de las remuneraciones del personal. La laxitud del Decreto 683/18 a propósito de las “operaciones de apoyo” a la seguridad interior, conlleva irremediablemente a establecer una zona gris entre la seguridad interior y la defensa nacional, implicará acciones de inteligencia interna y represión de movimientos y manifestaciones sociales con base en imputaciones antojadizas de “terrorismo”. Esta historia la hemos vivido los argentinos y nuestro país es un ejemplo mundial del Nunca Más.

Es imperativo, si se pretende vivir en un estado democrático de derecho, respetar estrictamente la división de poderes establecida en la Constitución Nacional, que dispone que corresponde al Congreso de la Nación dictar las normas de organización y gobierno de las Fuerzas Armadas.

Por ello se propone la derogación del Decreto 683/18 y el tratamiento de las iniciativas que tenga el Poder Ejecutivo Nacional a través del poder legislativo nacional.

Nunca Más Fuerzas Armadas represivas, Nunca Más Fuerzas Armadas en cuestiones de seguridad interior».