«El fin de una escuela rural es el principio del fin del paraje»

“Tras la decisión del gobierno de cerrar escuelas rurales, brotan distintos problemas colaterales para los habitantes de los parajes”. Así lo denunció la senadora Magdalena Odarda, quien hizo foco sobre la problemática de Río Chico Abajo.

Odarda evaluó que «a la desaparición del rol del estado, que implica el cierre de una escuela rural en parajes, se suman problemas administrativos que el gobierno provincial no contempló, o bien no se interesó en atender».

Es el caso de la Escuela N° 331, de Río Chico Abajo, cerrada hace un año.

«Los habitantes del paraje hicieron público que a raíz de la pérdida del derecho a la escolarización de sus alumnos, a quienes el gobierno provincial relocalizó a 40km de dicha escuela, se pierde también el derecho a la asignación universal por hijo. Según comentó la familia, se les argumentó que el problema es que las nenas no están siendo escolarizadas, hecho que da paso a la quita del derecho mencionado», explicó Odarda.

La senadora agregó que «además, con la desaparición de la escuela, se perdió el espacio escolar como centro cultural, social y comunicacional, para los habitantes del lugar. Se eliminó internet y se comenzó un desmantelamiento del lugar, como la quita del zeppelin de gas».

Odarda indicó que “una de las mayores preocupaciones es que se esté promoviendo el despoblamiento de la zona, con la intención de desarrollar negocios inmobiliarios para grandes estancieros, como así también la posibilidad de que haya intereses de megaminería. Ambas actividades chocan contra el desarrollo de la agroganadería familiar o en pequeña escala, actividad principal de los actuales habitantes”.

“Lo cierto es que el resultado fue el esperado: el fin de una escuela rural es el principio del fin para todo el paraje”, concluyó.