Naftas: esperan que YPF dé la señal de largada

Se dispara la divisa y vuelven los ajustes en los surtidores, en una carrera que parece no tener fin. Desde el sector acusan un atraso de hasta 30% en costos y anticipan cuánto rondará el nuevo incremento. ¿Se animará la petrolera estatal a agitar aún más la situación económica del país?

(Por Patricio Eleisegui-iProfesional).- El dólar sin freno y la fuerte suba del barril del petróleo transformaron en inevitable, y en urgente, la discusión de una medida pensada para más adelante.

Atados a costos internos que nunca terminan de alcanzar el equilibrio, pese a los retoques casi permanentes, y ante un contexto internacional incierto para el crudo, los empresarios del expendio y ejecutivos de las petroleras se alinean para pedir «cuanto antes» otra suba de las naftas.

En concreto, entienden que el valor del litro ya acusa un atraso cercano al 30% respecto del alza en los gastos de productores y comercializadores, y que la actual disparada del billete verde profundizará aún más esa brecha.

Este tipo de pedidos, que surgen de manera unánime, van en sentido totalmente opuesto a la necesidad del Gobierno de erradicar cualquier tipo de aumento en el corto plazo.

En el oficialismo hay conciencia de que cualquier cambio en los precios que se exhiben hoy día en los surtidores motorizará todavía más la ola de aumentos en la economía general, con consecuencias imprevisibles.

Así, la intención del macrismo pasa por apaciguar los ánimos -sobre todo entre los petroleros- para luego, ante un panorama más calmo, establecer un cronograma de incrementos para el segundo semestre.

Fuentes cercanas al Ministerio de Energía aseguraron a iProfesional que, en principio, la idea es «demorar cualquier intención que pueda tener YPF».

Como la petrolera maneja más del 50% del share, este freno serviría para apaciguar un poco las intenciones del resto de los actores del sector.

«Si YPF aumenta justo ahora, el efecto sobre los precios puede ser fatal y la situación de la inflación se complicaría aún más», indicaron desde el entorno del ministro Juan José Aranguren.

«El inconveniente es que la petrolera, en más de una oportunidad, ha tomado decisiones sin importarle demasiado el contexto que afronta el Gobierno. Esperamos que ahora sus directivos interpreten mejor el escenario», añadieron.

En la estatal, al menos por ahora, no hay indicios de un nuevo incremento en lo inmediato. «Todavía nada», aseguró a iProfesional una fuente cercana a la firma.

Entre los expendedores aseguran que la compañía discutió hasta hace pocos días la posibilidad de llevar a cabo un aumento. La medida, por ahora, se mantendría en «stand by».

«Por supuesto que es entendible el reclamo de los petroleros, pero en este momento la situación financiera obliga a tener que postergar cualquier medida, para atenuar el impacto inflacionario», expresaron las fuentes.

Señalaron que con el dólar así como está hoy día de agitado, una iniciativa de este tipo no haría otra cosa que acrecentar el malestar social.

«Incluso, podría complicar la demanda de naftas, con todo lo que eso implica para el movimiento económico. Las petroleras también deberían verlo de esa manera», expresaron las fuentes.

Hasta ahora, el Gobierno ha mantenido formalmente una postura de prescindencia ante la suba de los combustibles y defendido la autonomía de YPF en la actividad en que se desempeña.

Sin embargo, según supo iProfesional de altas fuentes, en los dos últimos aumentos hubo comunicaciones vía canales informales por los que se hicieron saber a los directores cierto malestar de Casa Rosada.

Las críticas apuntan sobre todo al «timing» de los ajustes. Justo en el peor momento de credibilidad de la meta inflacionaria, funcionarios del equipo económico consideran que un alza de los combustibles generará un «efecto contagio» inmediato, lo que puede echar por tierra todo intento de contener los precios.

De manera que los próximos días darán la medida de hasta qué punto la autonomía de YPF está a resguardo de presiones políticas en tiempos complicados para la economía.

Aumentos «ya»

En el empresariado del expendio predomina una certeza: si se repara en el alza de los costos, los incrementos tendrían que aplicarse ya mismo.

No obstante, son conscientes de que recién tendrán luz verde cuando se logre al aval político y, además, una vez que la cotización de la divisa estadounidense «termine de estacionarse».

«Habrá aumentos, esto es algo que ya no se discute en el sector. Pero, por cómo está el contexto, lo más probable es que recién tengan lugar cuando el precio del dólar se estabilice», aseguró a iProfesional Oscar Díaz, secretario de CECHA, la confederación que reúne a los empresarios de la venta de naftas.

En su visión, «no tiene mucho sentido aumentar ahora porque todavía puede seguir subiendo».

Para el ejecutivo, tanto la escalada alcista que viene experimentando la divisa como también la del barril de crudo son dos factores que obligan a implementar nuevos ajustes en el corto plazo.

¿Cuánto esta vez? «En el sector hay coincidencias de que el próximo aumento rondará el 6%», anticipó.

Desde la Cámara de Empresarios del Combustibles (CEC), su secretario, Raúl Castellano, coincidió en que el ajuste oscilará entre el 6% y el 6,5%.

Sin embargo, remarcó: «Es una verdadera locura hacerlo ahora en medio de tanta incertidumbre con el dólar y las tasas de interés».

«Si bien no debería aplicarse ahora, por un tema de sensibilidad social, hay que advertir que el aumento será inevitable. Es sólo una cuestión de timing», dijo.

«En la actualidad, el atraso entre el precio de venta y los costos ronda el 30%. Desde que se liberaron los combustibles en Argentina, los gastos subieron casi un 60%, mientras que los valores en el surtidor crecieron la mitad. Esa diferencia hay que saldarla cuanto antes», explicó a iProfesional.

Según Castellano, el próximo salto de las naftas colocará el valor del litro de súper por encima de los $30.

El directivo consideró que «habrá que ver el efecto sobre la demanda. Plantear una suba para compensar totalmente el aumento de los costos sería una locura. De ahí que la opción del 6% es la que más se ajustaría al comportamiento del mercado».

«Claramente, con la situación actual del dólar y el rebote de la inflación, lo más probable es que no se valide un aumento en lo inmediato. Pero buena parte de esto dependerá de YPF», concluyó.