Macri achica obras y tensa su relación con los gobernadores

El anuncio del ministro de Hacienda implica un recorte de $30 mil millones. Ya comienza a sentirse el malestar entre los mandatarios por la reducción de lo destinado a obras que estaban pautadas. Macri podría utilizar eventuales partidas como moneda de cambio.

La crisis generada por la corrida hacia al dólar no sólo obligó al Banco Central a tomar medidas para contrarrestarla, sino también al Gobierno Nacional. En un esfuerzo por mandar certidumbre a los mercados, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anunció este viernes modificaciones en la meta del déficit fiscal para este año. Contrariamente a lo que pasó con la inflación, en este caso Dujovne anunció que endurece la meta y la achicó del 3,2% del PIB previsto al 2,7%.

La reducción del déficit implica un mayor ajuste del gasto. Según anunció Dujovne, uno de los blancos de la poda será la caja destinada a las obras públicas, que sufrirá una reducción de $30 mil millones, de acuerdo al ministro. “Nos duele tocar el presupuesto de la obra pública, pero entendemos en este contexto que necesitamos acelerar el camino hacia la convergencia fiscal en medio de intentos populistas de la oposición”, dijo en alusión al proyecto para reducir las subas de tarifas que implicarían una mayor erogación por parte del Estado.

La obra pública ha sido uno de los caballos de batalla de la gestión de Mauricio Macri. No sólo por la realización de proyectos de primera magnitud (rutas,cloacas, etc.) sino porque resulta un dinamizador de la economía. Las obras activan industrias como la del cemento, el asfalto y el acero, entre otras. Menos obra pública debería tener algún impacto en la economía. Habrás que mesurar su dimensión.

Pero también tendrá un impacto político. Por un lado, la gestión de las obras es uno de los puntos más reconocidos al gobierno de Macri. Con ello ha llegado a conseguir una consideración importante en los sectores más bajos de la pirámide social que siempre han mirado con desconfiaza al Presidente. Ahora habrá menos obras también para esos sectores. Por el otro, el recorte presupuestario puede condicionar la relación de la Casa con los gobernadores.

El misionero Hugo Passalaqua le dijo al canal C5N que no compartía la decisión de la Casa Rosada. En Corrientes, provincia gobernada por un radical aliado de Cambiemos, estimaron en $1.250 millones menos lo que recibirán a partir de la modificación, según publica CorrienteHoy.com. Ese medio refleja además un malestar anterior del gobierno de Gustavo Valdés porque su provincia, a pesar de ser socio político del oficialismo, tenía pautado recibir menos para obras que distritos peronistas, como Chaco y Formosa.

En otro extremo, los gobernadores peronistas podrían perder terreno en manos de la Casa Rosada en materia de negociación. Es que con obras proyectadas, se verán forzados a pedir partidas que ahora quedaron fuera del presupuesto. Esto se convertiría en una moneda de cambio para las necesidades del Ejecutivo nacional. Macri ya pidió la reducción de impuestos en las facturas de los servicios públicos. Además, podría supeditar la entrega de más fondos al comportamiento de los diputados que responden a los mandatarios. Tal vez se vea algo de esto en la venidera discusión del proyecto opositor para limitar las subas de tarifas, una iniciativa que el Gobierno busca frenar antes de tener que recurrir al veto presidencial.

Fuente: Urgente 24