Domingo alentó a municipios tomar deuda en dólares

(ADN).- El ministro de Economía, Agustín Domingo, salió a alentar a los municipios a tomar el crédito en dólares del Plan Castello. Recordó que el préstamos se comenzará a pagar recién en siete años, y aseguró que «no hay que tener miedo a endeudarse a largo plazo». Dijo que la evolución del dólar está atada al crecimiento de los ingresos, y que Río Negro tiene regalías en moneda extranjera.

«Pudimos colocar una emisión que está siendo utilizada para financiar las obras del Plan Castello, eso hoy no hubiera sido posible» explicó el Ministro. Destacó que es «importante aprovechar esas ventanas de oportunidad» y señaló que eso «está permitiendo llevar adelante el plan de obras públicas más importante de Río Negro, además de contar con instrumentos que permiten garantizar que se pueda cubrir el costo».

En cuanto a las dudas generadas sobre endeudarse en dólares, dijo que este crédito se va a comenzar a pagar en siete años, y que «la evolución del dólar está siempre atada a la evolución de los ingresos que tienen los gobiernos, no hay que tener miedo cuando uno planifica en el largo plazo en contraer una deuda en dólares».

Por otro lado -en contacto con la prensa en Bariloche- agregó que la Provincia tiene ingresos atados directamente al dólar como son las regalías petroleras con lo que hay una garantía de repago.

«No se pueden tomar decisiones de largo plazo mirando la coyuntura de dos o tres días de una situación de turbulencia en los mercados financieros, no es prudente, así como la provincia tuvo esa ventana de oportunidad en diciembre los municipios la están teniendo ahora y yo les diría que no lo desaprovechen», sostuvo Domingo.

Respecto al incremento del dólar consideró que habrá que evaluar cada economía regional y sostuvo que Bariloche por el hecho de recibir turistas extranjeros puede volverse más competitiva y recibir más turistas, no sólo del exterior sino del país, dado que resulta más caro viajar afuera del país. Señaló que lo mismo ocurre con la actividad frutícola e hidrocarburífera, que se ven beneficiadas. Sin embargo dijo que es difícil medir el impacto del crecimiento en los costos como consecuencia de la devaluación. «Es difícil medir el impacto cuando todavía no se han terminado de acomodar las variables», señaló el ministro.

«El mayor costo que pagamos es esta inseguridad que muchas veces posterga decisiones de inversión o de consumo y que enfría la economía, uno de los grandes flagelos que no pudimos resolver es la inflación y es sin dudas el mayor costo que tenemos que pagar», concluyó.

Finalmente sostuvo que «uno no se puede quedar con el beneficio de la devaluación porque se benefician las economías regionales, porque también está este costo que tiene que ver con la macroeconomía y no poder, en definitiva, acomodar el tema de la inflación».